28 de agosto de 2017

Tiempo de Citas: "Amor para toda la vida" por James Dobson (Edición Compromiso)


"Compromiso" es una palabra que no le agrada mucho a nuestra sociedad moderna, porque va en contra de uno de sus valores fundamentales: la libertad. Todos quieren ser libres de poder hacer lo que quieran, cuando quieran, mientras que un compromiso ubica a la persona dentro de ciertos límites con el fin de conseguir un objetivo determinado.

En las páginas de Amor para toda la vida, el dr. Dobson nos explica que la razón del fracaso de muchos matrimonios hoy en día es que ellos no comprendieron que el centro de la relación es este concepto, el compromiso. Cuando los esposos se proponen estar juntos y seguir adelante a pesar de cualquier circunstancia, esto le da a su unión la estabilidad y la solidez necesarias para soportar las pruebas de la vida. Les comparto algunos de los pensamientos que el libro entrega al respecto (y como bonus track, un par de consejos del área de las finanzas):

"Recién casados: No cuenten con que van a tener una relación apacible. Habrá momentos de conflictos y de desacuerdos. Habrá períodos emocionalmente insípidos, en los que cada uno de ustedes no podrá hacer otra cosa que soltarle un bostezo a su cónyuge. Así es la vida, según dicen. ¿Qué hará usted, entonces, cuando las inesperadas tormentas azoten su hogar, o cuando el silencio y la melancolía llenen su vida? ¿Hará las maletas y se irá con su mamá? ¿Pondrá mala cara y llorará y buscará maneras de tomar represalias? ¿O su compromiso le mantendrá firme? Estas preguntas deben hacerse ahora, antes que Satanás tenga la oportunidad de poner en su cuello el lazo del desaliento. Manténganse firmes. No deben permitir que nada, fuera de la muerte, se interponga entre ustedes dos. ¡Nada!" (p. 57)
"Esta actitud determinada está ausente en la mayoría de los matrimonios hoy en día. Hace algunos años leí acerca de una boda en la que los novios se prometieron: 'Permaneceré contigo mientras te ame'. Dudo que su matrimonio haya durado siquiera hasta ahora. La emoción del amor es muy efímera para que pueda mantener unida una relación conyugal por mucho tiempo. Es algo que viene y que se va. Por eso es que nuestro grupo de matrimonios se mantuvo firme en cuanto a este punto. Ellos han vivido lo suficiente como para saber que un compromiso matrimonial débil habrá de terminar inevitablemente en divorcio" (p. 58)
"¿Qué haría usted si su marido no tuviera la capacidad para ser lo que usted necesita que él sea? Mi consejo es que cambie lo que se pueda cambiar, explique lo que se pueda entender, enseñe lo que se pueda aprender, revise lo que se pueda mejorar, resuelva lo que se pueda solucionar, y negocie lo que considere negociable. Produzca el mejor matrimonio posible con la materia prima de dos seres humanos imperfectos, con dos personalidades totalmente distintas. En cuanto a todos los bordes ásperos que nunca podrán ser pulidos, y las faltas que nunca podrán ser erradicadas, trate de desarrollar la mejor perspectiva posible, y determine en su mente el aceptar la realidad tal y como es. El primer principio de la salud mental es aceptar lo que no puede ser cambiado. Fácilmente podría sufrir un ataque de nervios por causa de circunstancias adversas que estén fuera de su control. Usted puede decidir mantenerse firme, o puede rendirse a la cobardía" (p. 64)
"Un buen matrimonio no es uno en el que reina la perfección; es una relación en la que una sana perspectiva pasa por alto una multitud de problemas que no se pueden resolver" (p. 65)
"Recomiendo que cada pareja se siente y prepare un presupuesto familiar. Esta no es una idea popular, pero creo que muchas personas han tenido malas experiencias con los presupuestos porque han entendido mal el concepto. Por lo general hay tres razones por las cuales las parejas han fracasado en esta área. La primera es que algunos hombres piensan que el presupuesto es un arma que pueden usar para atacar las costumbres que sus esposas tienen de gastar el dinero. Como resultado, el presupuesto se convierte en una constante fuente de riñas y conflictos. La segunda es que hay quienes establecen un presupuesto poco realista que inevitablemente termina siendo arrojado a la basura. Y la última es que muchas familias tratan de corregir tres años de malas costumbres de gastar el dinero en tres meses. Esto hace que se desilusionen con el presupuesto porque no pueden tener éxito inmediatamente" (pp. 74-75)
"Permítame concluir con cinco simples palabras: No se metan en deudas. Si las parejas jóvenes se olvidaran de todo lo demás que he dicho y sólo recordasen este concepto, puedo asegurarles que el futuro económico de su familia no sería una causa de problemas" (p. 80)




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