Continuamos con más citas de este pequeño pero poderoso libro, Amor para toda la vida. Personalmente, pienso que -ya que fue Dios quien tuvo esta idea de unir dos seres humanos diferentes en una relación permanente- Él es a quién deberíamos preguntarle cómo debe funcionar el matrimonio y cuál es su propósito. Desde este punto de vista no debería sorprendernos el escuchar de tantos matrimonios rotos día a día, pues lo que menos hace la gente es precisamente eso: intentar conocer y seguir el diseño de Dios para esta unión.
El dr. Dobson dedica algunas páginas a esta relación que existe entre el éxito de un matrimonio y la vida espiritual de los esposos. Les dejo algunas citas como muestra.
"Al tratar de aprender a realizar cualquier labor se debe empezar con los fundamentos, o sea esos primeros pasos sobre los cuales todo lo demás se desarrollará después. Nuestro grupo de seiscientas personas ofreció tres recomendaciones básicas con las que probablemente estaría de acuerdo todo creyente consagrado. Lo primero que recomendó ese grupo de matrimonios fue que los recién casados establezcan y mantengan un hogar centrado en Cristo. Todo lo demás descansa sobre este fundamento. Si un esposo y una esposa jóvenes están profundamente entregados a Jesucristo, ellos disfrutan de enormes ventajas en comparación con el matrimonio que carece de dimensión espiritual." (pp. 47-48)
"Es imposible que yo exagere la necesidad de la oración en la vida familiar; y no sólo como un escudo contra el peligro. Tener una relación personal con Jesucristo es la piedra angular del matrimonio, que le da significado y propósito a cada aspecto de la vida. Doblar nuestras rodillas en oración, al comienzo o al final del día, nos da la oportunidad para expresar nuestras frustraciones y preocupaciones, que tal vez no serían ventiladas de otra manera. Al otro lado de la 'línea' de nuestra oración está nuestro Padre celestial, quien nos ama y ha prometido escuchar y contestar nuestras peticiones. En estos días, en los que por dondequiera las familias se están desmoronando, no nos arriesguemos a querer salir adelante por nuestros propios medios" (p. 51)
"La pareja que depende de la Biblia para la solución a las tensiones de la vida tiene una ventaja evidente en comparación con la pareja que no tiene fe [...] Al leer las Sagradas Escrituras tenemos 'acceso' a la mente del Padre. ¡Qué maravilloso recurso tenemos a nuestro alcance! El Creador [...] ha escogido revelamos la historia confidencial de la familia. El matrimonio y la paternidad fueron ideas suyas, y Él nos dice en su Palabra cómo podemos vivir juntos en paz y armonía. De todo se habla en la Biblia, desde la administración del dinero hasta nuestras actitudes sexuales, y cada precepto lleva la aprobación personal del Rey del universo. ¿Por qué habría alguien de hacer caso omiso de este recurso supremo?" (pp. 52-53)
"Finalmente, la vida cristiana le da estabilidad al matrimonio porque naturalmente sus principios y valores producen armonía. Cuando se pone en práctica, la enseñanza cristiana enfatiza el compartir con otros lo que tenemos, la autodisciplina, la obediencia a los mandamientos divinos, la conformidad a las leyes de los hombres, y el amor y la fidelidad entre marido y mujer. Dicha enseñanza es también un escudo contra el alcoholismo, la pornografía, los juegos de azar, el materialismo y otras formas de conducta que podrían dañar la relación conyugal. ¿Será extraño que una relación centrada en Cristo sea el fundamento del matrimonio?" (p. 53)
"Hace unos diez años, escuché al difunto doctor Francis Schaeffer hablar sobre este tema [el compromiso]. El describió los puentes que fueron construidos en Europa por los romanos, en los siglos primero y segundo después de Jesucristo. Todavía están en pie hoy, a pesar de que fueron hechos con ladrillos no reforzados y con argamasa. ¿Por qué no se han derrumbado en estos tiempos modernos de camiones y otras clases de equipos pesados? Permanecen intactos porque solamente se usan para tránsito peatonal. Si se manejara un camión de carga pesada a través de alguna de esas estructuras históricas, la misma se desplomaría convirtiéndose en una enorme nube de polvo y un montón de escombros.
Los matrimonios que carecen de una voluntad férrea que les haya hecho decidir permanecer unidos a toda costa, son como esos frágiles puentes romanos. Parecen estar firmes, y en verdad puede ser que permanezcan en pie... hasta que son puestos bajo fuerte presión. Es entonces que las junturas se rompen y se derrumba el fundamento. Me parece que hoy en día la mayoría de las parejas jóvenes se encuentra en esa posición increíblemente vulnerable. Su relación conyugal está hecha de barro no reforzado, que no podrá resistir las pesadas pruebas que tienen por delante. Simplemente no existe una decisión firme de sobrevivir juntos a pesar de todo" (p. 55-56)
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