[Este post es parte de la serie Un Arsenal para el Estudio de la Biblia, que puedes encontrar completa aquí]

¿Suena extraño? Puede que sí, pero el recurso más accesible que tenemos para el estudio de la Biblia es precisamente la misma Biblia que tenemos a mano. Por otra parte, por distintas razones, puede que sea es el único recurso al que algunos cristianos pueden acceder. Por este motivo, vale la pena que conozcamos sus características y las oportunidades que nos ofrece para el estudio de su contenido.

Notas al pie

Quizás la característica más común que podemos encontrar en nuestras Biblias son las notas al pie, esos pequeños números y letras presentes a lo largo del texto, y que nos dirigen a breves notas al pie (o en algunas Biblias, al centro) de la página.

Las notas al pie tienen principalmente dos funciones: primero, están las que realizan una indicación al texto (como por ejemplo, mencionar otra forma posible de traducir la palabra que está marcada) y segundo, están aquellas que son referencias cruzadas, es decir, las que nos dan la ubicación de otros pasajes en la Biblia que tratan un tema similar al del versículo marcado, o que de alguna forma pueden ser útiles para comprenderlo.

Concordancia

Otra característica útil de las Biblias corrientes se encuentra en las páginas finales, donde podremos encontrar una concordancia temática. Esta es una lista, ordenada alfabéticamente, de palabras con distintas referencias bíblicas asociadas a cada una.

Este apartado es muy útil cuando deseamos profundizar en un concepto bíblico específico. ¿Qué dice la Biblia acerca de la ceguera? Bueno, la Concordancia es un buen lugar para comenzar la investigación. Si este término está incluido en la Concordancia de nuestra Biblia, tendremos acceso a otros pasajes donde la palabra "ceguera" es mencionada. En Concordancias más avanzadas, podremos encontrar dónde se habla de ciegos, de ceguera física y -eventualmente- de ceguera espiritual; incluso mencionará pasajes donde el concepto no está textual (por ejemplo, en el caso de la ceguera, se podría incluir versículos que hablan de "oscuridad en los ojos", un concepto relacionado a esta condición). No obstante, si estamos hablando de una Biblia corriente, debemos tener en cuenta que ella no está pensada para ser un recurso de estudio profundo, y lo más probable es que sólo se limite a entregarnos algunos versículos que contengan textualmente el término que estamos buscando.

Subtítulos

Una tercera característica útil en muchas Biblias corrientes son los subtítulos, referencias bíblicas que podemos encontrar al comienzo de algunas secciones en el texto [1].

Algunas veces, los subtítulos nos aportarán datos adicionales respecto al pasaje que estamos a punto de leer; por ejemplo, el Salmo 51 suele contener el subtítulo Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación. Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta". No obstante, la función más frecuente de los subtítulos es otra: ellos nos indican qué pasajes son paralelos al que estamos leyendo actualmente. Por ejemplo, el pasaje de la alimentación de las 5000 personas es un milagro que se registra en los cuatro Evangelios, de modo que en el relato de Juan encontraremos un subtítulo indicando dónde encontrar el relato en Mateo, Marcos y Lucas [2]. Leer los pasajes paralelos enriquecerá mucho nuestra lectura, ya que generalmente ellos se complementan entre sí, aportando detalles que nos permiten construir una imagen más completa del evento que se registra.

Mapas y tablas

Finalmente, las hojas iniciales o finales de una Biblia tradicional pueden incluir otros materiales útiles, como una serie de mapas, que nos ayudan a ubicar las narraciones históricas en el lugar donde ocurrieron (esto complementa nuestra lectura y nos da pistas de dónde investigar más), o una tabla de pesos y medidas, que nos permiten "traducir" los codos, batos, talentos y otras cantidades utilizadas en la Biblia por medidas conocidas para nosotros.

Estas son, a grandes rasgos, las herramientas que nos entregan la mayoría de las Biblias, las cuales están pensadas para un uso personal básico. En las siguientes entradas de la serie iremos conociendo otros recursos más elaborados que nos permitirán profundizar en la Escritura cuando lo necesitemos.

Referencias

[1] Durante esta serie, estaré hablando de secciones o divisiones dentro de la Biblia. Estas son llamadas formalmente perícopas y reflejan una separación de contenido dentro de un capítulo, por ejemplo, distintos eventos en el Pentateuco, distintas parábolas en los Evangelios o distintos temas en las Epístolas. Cada sección o perícopa tiene su propio título que la identifica, por ejemplo, "El hijo pródigo" o "los Diez Mandamientos".

[2] Por ejemplo, el encabezado completo de esta sección es "Alimentación de los cinco mil (Mt. 14:13-21; Mr. 6:30-44; Lc. 9:10-17)"

Foto por John-Mark Smith en Pexels

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