24 de mayo de 2016

Leyendo a los Testigos - Parte 5: Había Una Vez Un Mundo Feliz

(Este post es el quinto de la serie Leyendo a los Testigos. Puedes encontrar la primera parte aquí, la segunda parte aquí, la tercera parte aquí y la cuarta parte aquí)

Durante estas semanas (y probablemente, durante varias más) nos encontramos estudiando el libro de los Testigos de Jehová, ¿Qué Enseña Realmente la Biblia? para comprender lo que ellos creen y qué tan bien se ajusta su creencia al testimonio de la Biblia. En esta quinta parte de la serie, nos adentramos en el capítulo 3 del libro para conocer qué enseñan los Testigos sobre la situación actual del mundo, dónde comenzaron estos problemas que vemos día a día, y cómo se solucionarán.

(Recuerden que pueden seguir la lectura en línea o descargar el libro en esta dirección).

Capítulo 3: ¿Qué Propósito Tiene Dios Para la Tierra? (pp. 27 - 36)


Este capítulo comienza con la afirmación de los Testigos de que Dios creó la Tierra con el propósito de llenarla de personas saludables y felices. La mejor prueba de esto es que Él creó el jardín de Edén, un lugar hermoso y lleno de abundancia, para que las primeras personas vivieran en él. Ese propósito -ellos señalan- se mantiene vigente y se cumplirá en el futuro (p. 27).

Basándose en Salmos 37:29 y Apocalipsis 21:3-4, los autores del libro igualmente señalan que el propósito de Dios también incluye que el ser humano viva para siempre en la Tierra. Sin embargo, es claro que las cosas tomaron otro rumbo, pues mirando el mundo de hoy nos encontramos con cosas como muerte, enfermedades y guerras. El propósito de Dios de una vida abundante y eterna no parece haberse cumplido. Los Testigos nos explican que la causa de este problema comenzó en el cielo (p. 28)

La caída del ser humano en el Edén tiene relación con la aparición de un enemigo de Dios llamado Satanás. Él fue creado como un ser espiritual bueno, pero por su propia voluntad (probablemente por orgullo) se rebeló contra Dios. No contento con esto, utilizó una mentira para llevar a Adán y Eva a hacer lo mismo, al desobedecer el mandamiento que Dios les había dado (pp. 28-29) Como consecuencia de este pecado, la primera pareja humana se volvió imperfecta, y ambos murieron de acuerdo a la advertencia de Dios. Pero esto no fue el final de todos sus problemas: ellos también heredaron esa imperfección, el pecado, a toda su descendencia (p. 29).

A pesar de lo grave que fue la desobediencia de Adán y Eva, Dios decidió que no borraría a los seres humanos por completo, sino que permitió que se gobernaran temporalmente a ellos mismos bajo la influencia de Satanás. Los Testigos nos dirigen al capítulo 11 para saber por qué Dios tomó esta decisión y por qué ha dejado pasar tanto tiempo para resolver este problema. Por ahora, nos piden que nos concentremos en darnos cuenta de que Adán y Eva no tenían motivos para desconfiar de Dios y desobedecerle. El anti-ejemplo de ellos puede servirnos en nuestro día a día, ya que a veces nos encontramos en situaciones similares en donde tenemos que elegir entre creerle a Dios o dudar de Él. A diferencia de la primera pareja, una persona hoy puede responder de una manera distinta al desafío de Satanás, aceptando a Dios como Gobernante de su vida (p. 31).

Los Testigos también exploran el tema de la influencia que Satanás tiene en el mundo, y concluyen en base a pasajes como Juan 12:31, 2 Corintios 4:3-4 y 1 Juan 5:19 que él es quien gobierna este mundo, aún cuando Dios sigue siendo el Creador todopoderoso. Ellos nos indican que este mundo dirigido por el enemigo cada vez es más malvado, y cada vez se aleja más de Dios, pero pronto será destruido y reemplazado por un nuevo mundo justo y pacífico (p. 32) gobernado por Jesús, el Rey escogido por Dios. Este nuevo mundo será esencialmente una sociedad de personas justas a las que Dios le dará el regalo de la vida eterna (p. 33).

Los autores nos describen además las bendiciones que se podrán disfrutar en la nueva tierra (pp. 34-35):


  • La maldad, las guerras y los delitos ya no existirán
  • Habrá seguridad para los servidores de Dios
  • Habrá alimento en abundancia
  • La tierra se transformará en un paraíso
  • Hombres y animales convivirán pacíficamente
  • No habrá enfermedades
  • Los muertos resucitarán

El capítulo termina planteando la importancia de conocer a Jesús, pues es por medio de Él que estas bendiciones se harán realidad (p. 36)

Lo bueno


En general, hay varios temas que los Testigos presentan correctamente en este capítulo. Por ejemplo, la creación del jardín del Edén como un lugar hermoso, de abundancia y de cercanía con Dios efectivamente nos habla de Su buena voluntad y del amor que Él tiene para el hombre (p. 27). Ellos también se alinean con la Biblia al explicar cómo una criatura buena de Dios pudo rebelarse contra Él, tomando como base el proceso de tentación y pecado que describe el apóstol Santiago (Santiago 1:13-15): todo comienza por una mala intención a la cual se le da cabida, llega a ser un mal pensamiento, y puede terminar siendo una mala acción (p. 29).

Este capítulo también describe apropiadamente algunas de las consecuencias del primer pecado, como la muerte física, la imperfección espiritual (pp. 28-29) y el gobierno de Satanás en el mundo humano (pp. 31-32). Un punto alto que podemos encontrar aquí es la forma en que se reflexiona sobre la responsabilidad de Adán y Eva:


"Pero ahora pregúntese: ¿tenían alguna razón Adán y Eva para creer a Satanás, quien nunca había hecho nada por ellos? ¿Hicieron bien en pensar que Jehová, quien les había dado todo lo que tenían, era un cruel mentiroso?" [1]

Sin duda, el pecado de la primera pareja fue algo innecesario, injusto e ingrato con Dios, porque ellos no tenían mayores razones para desconfiar de Él.

Por otro lado, los Testigos se ajustan bastante a la Biblia en su descripción de las bendiciones de la nueva tierra (35-36). Este último tema es algo que aún se discute entre cristianos (ya que los textos bíblicos no son todo lo detallados que quisiéramos con respecto al futuro) pero en este capítulo los autores parecen tener claros los aspectos generales.

Finalmente, pero no menos importante, es totalmente destacable su reconocimiento de la importancia de Jesús. En las partes anteriores de esta serie, habíamos notado que se le daba una gran importancia a las bendiciones futuras, pero sin mencionar que Cristo es el centro del cumplimiento del plan y las promesas de Dios. Por eso, es valioso que ellos destaquen al terminar el capítulo que:


"Es vital que aprendamos más acerca de Jesucristo, pues todas estas bendiciones se harán realidad mediante él." [2]


Los Testigos parecen tener claro el panorama general del propósito de Dios para la Tierra, cómo era, por qué está como está, y cómo será su futuro. Sin embargo, hay detalles importantes que ellos han perdido de vista, y en los cuales su perspectiva es incorrecta. En el próximo post revisaremos los puntos bajos de este capítulo para comprender en qué consisten estos detalles.





Referencias

[1] Testigos de Jehová, ¿Qué Enseña Realmente la Biblia?, p. 31

[2] Ibíd., p. 36



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