(Este post es parte de la serie Un Breve Acercamiento a Apocalipsis, que puedes encontrar completa aquí)

Introducción

Hablar de Apocalipsis generalmente nos despierta inquietud, temor y desastre, pero esto es sólo una parte de lo que trata este libro de la Biblia. En su contexto original, esta palabra no tiene una connotación negativa. El griego apocalupsis significa simplemente el descubrimiento de algo oculto, como cuando se descubre un cuadro, o se descorre una cortina. Apocalipsis significa, esencialmente, la revelación de algo; en este caso, una revelación de parte de Dios.

Género

Algo que es muy importante tener en cuenta para nuestra lectura bíblica es identificar qué tipo de libro estamos leyendo (su género). Obviamente un Salmo no se lee igual que un Evangelio, ni una epístola (carta). Saber esto nos ayudará a comprender mejor su contenido. En este caso, Apocalipsis es especial, porque podemos distinguir al menos tres géneros en él, sólo leyendo sus primeros versículos.

Género #1: Apocalíptico: "Esta revelación Dios se la dio a Jesucristo para que mostrara a sus siervos lo que pronto tiene que suceder" (Apocalipsis 1:1). La literatura apocalíptica es un tipo de libro que se caracteriza por mostrar (revelar) el propósito de Dios en la historia humana, especialmente el castigo de los malos y la venida de Su reino para los justos. Estas revelaciones tienen un carácter decididamente sobrenatural, y con frecuencia toman la forma de visiones acerca del cielo o del fin de la historia.

Dentro de la literatura judía, surgieron varios de estos textos extrabíblicos como la Asunción de Moisés o el libro de Enoc, los cuales (a criterio de los estudiosos) fueron claramente inspirados por el libro de Daniel. Apocalipsis sería el segundo libro de este género dentro del canon de la Biblia.

Como aprendemos en Daniel, y en otros pasajes bíblicos que tratan sobre visiones, éstas (y otros elementos; ej.: los números), tienen un significado particular. "Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de entenderla, apareció ante mí alguien con apariencia humana. Entonces, desde las márgenes del río Ulay oí la voz de un hombre que gritaba: «¡Gabriel, explícale a éste la visión!»" (Daniel 8:15-16)

Género #2 – Profecía: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía" (Apocalipsis 1:3). En la Biblia, la profecía es la acción de Dios de hablar por medio de una persona. El mensaje entregado puede referirse al presente o al futuro, pero siempre tiene el propósito de dar a conocer la voluntad de Dios. Apocalipsis, por lo tanto, es una comunicación de parte de Dios sobre eventos, pero que hablan de una intención divina.

Género #3 – Carta: "Yo, Juan, me dirijo a las siete iglesias que están en Asia. Que la gracia y la paz estén con ustedes" (Apocalipsis 1:4). Esta clase de introducción es propia de las epístolas (cartas) como Romanos o Corintios, escritas por un apóstol a alguna comunidad o conjunto de personas por el cual estaba preocupado. La característica esencial de una carta es que, aunque trata temas que son de beneficio para todos los creyentes, está destinada primeramente a un público con situaciones y necesidades específicas.

Estos datos, por lo tanto, nos ayudan a navegar mejor nuestra lectura de Apocalipsis

El libro está lleno de símbolos y figuras literarias, pero que tienen un significado específico.
A pesar de que el libro habla de eventos, toda la trama tiene un trasfondo y un mensaje que Dios desea comunicarnos por medio de ella.
Comprenderemos mejor su contenido sabiendo que fue escrita con sus oyentes directos (contemporáneos) en mente. Si entendemos la situación específica, identificaremos mejor los principios generales y eternos que Dios está enseñándonos.

Autor

Actualmente, no tenemos una certeza absoluta con respecto a quién es el autor del Apocalipsis. Tradicionalmente se considera que fue obra del apóstol Juan, pero varios estudiosos observan diferencias entre el estilo de escritura de Apocalipsis y sus otras obras (Evangelio y cartas) lo que los lleva a dudar. El testimonio más antiguo, sin embargo, es una "cadena" de líderes cristianos que reconoce la autoría de Juan, comenzando más o menos desde el año 140 d.C. Esto también cuadra con el papel de Juan (un apóstol) como el único con la autoridad de escribir una epístola a las iglesias de Asia.

El hecho de que Apocalipsis forme parte del canon (lista de libros) del Nuevo Testamento significa que fue reconocido por la Iglesia en general como un libro de inspiración divina (contenido) escrito por un apóstol o alguien supervisado por él (origen). Por lo tanto, lo más probable es que el autor de este libro sea el apóstol Juan, o un líder escribiendo con su autorización.

Contexto

La situación del libro, especialmente el hecho de que Juan esté viviendo esta visión en el exilio por causa de ser cristiano (Apocalipsis 1:9), nos dice que fue escrito durante un período de creciente persecución para la Iglesia.

Apocalipsis es un mensaje enviado por el Señor en un momento muy contingente, por el conflicto que la Iglesia estaba teniendo con el Imperio Romano. Los romanos no sólo tenían como costumbre adorar a una multitud de otros dioses, sino que además existía el culto imperial, donde se adoraba a los emperadores fallecidos como divinos (lat. divus). Hay algunos antecedentes de que Domiciano, en particular, comenzó a atribuirse este honor en vida, recibiendo el título de dominus et deus, "Señor y Dios". Los judíos estaban libres de estas obligaciones, porque las autoridades romanas sabían que era un asunto de convicción religiosa, no de desobediencia civil. Pero cuando se hizo claro que los cristianos no eran judíos, y que esta religión se estaba extendiendo por el Imperio, ellos exigieron este deber a sus ciudadanos, comenzando el conflicto. Apocalipsis toma lugar, por lo tanto, en medio de una lucha de fidelidad de los cristianos: por un lado, estaba la comodidad, por otro, la fe en Dios, a pesar del riesgo.

Mensaje

Como hemos dicho, Apocalipsis es una carta, pero también es una profecía y una revelación. Es enviada por Juan a las distintas iglesias, pero es Dios quién toma la iniciativa de revelar lo que ocurre en el presente y lo que vendrá en el futuro de los oyentes del escritor. En Apocalipsis, la idea central es que Dios está en control de todo lo que ocurre en el mundo, y que los poderes del mal (incluidos los poderes políticos), no pueden frustrar Sus planes, aunque sean orquestados por el mismo Satanás. Este libro es una forma de decirle a la Iglesia que, al final, ella vencerá de la mano de Cristo.

Estructura

Es difícil intentar leer Apocalipsis en una forma cronológica. Usualmente, pensamos que lo que aparece antes en las páginas de un libro es un evento que ocurre antes en el tiempo, pero el género y los elementos literarios (por ej. la escasez de conectores temporales y la simbología numérica) de este libro sugieren que algunas de sus secciones no siguen un orden estricto. Además, como hemos visto, este libro es una epístola (carta) por lo que veremos a Juan “intercalando” exhortaciones y comentarios a lo largo del texto, añadiendo un poco más de complejidad a la lectura.

Interpretación

Existen 4 modelos o formas principales de interpretar Apocalipsis a lo largo de la historia.

Interpretación preterista: Todo lo que narra el Apocalipsis se ha cumplido en el pasado, y se relaciona específicamente con las persecuciones que ya vimos de la Iglesia primitiva bajo el Imperio Romano en el siglo I.

Fortalezas: Toma en serio la naturaleza de Epístola de Apocalipsis, y la relevancia que tiene para sus destinatarios originales.
Debilidades: No toma en cuenta lo suficiente la naturaleza apocalíptica y de profecía de Apocalipsis.

Interpretación futurista: Apocalipsis entra en escena justo antes de que ocurra el final de la historia, es decir, prácticamente todos sus acontecimientos están por suceder.

Fortalezas: Toma en serio la naturaleza profética y apocalíptica de Apocalipsis.
Debilidades: Separa al texto de su contexto histórico, y lo distancia los lectores originales. También deja a la Iglesia histórica sin dirección ni fortaleza durante todos los siglos de su existencia.

Interpretación histórica: Apocalipsis nos da una visión panorámica de la historia humana, desde el tiempo en que fue escrito por Juan hasta el fin del mundo.

Fortalezas: Considera las tres naturalezas de Apocalipsis, y mantiene su relevancia para los destinatarios originales y actuales.
Debilidades: No hay claridad acerca de qué momento o elemento específico de la historia es simbolizado por las distintas visiones. Tampoco existe esta claridad en el aspecto geográfico (lugar) de los cumplimientos.

Interpretación idealista o simbólica: Apocalipsis entrega un panorama abstracto de la acción de Dios, en forma de principios generales que son independientes de la historia humana. Tiene como propósito alentar a los creyentes.

Fortalezas: Toma en serio la naturaleza apocalíptica de este libro, y mantiene su relevancia para todos sus oyentes, sin importar el momento.
Debilidades: Ignora la naturaleza profética de Apocalipsis, y sus elementos históricos.

Recursos Consultados

Robert Jamieson, A. R. Fausset y David Brown, Commentary Critical and Explanatory on the Whole Bible, vol. 2 (Oak Harbor: Logos Research Systems, Inc., 1997), pp. 546-550.

George Beasley-Murray, "Revelation", en New Bible Commentary: 21st Century Edition, ed. D. A. Carson et al., 4th ed. (Leicester, England; Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1994), pp. 1421-1422.

"Introduction to Revelation" en John Barry et al., Faithlife Study Bible (Bellingham, WA: Lexham Press, 2012, 2016).

"Apocalipsis" en Diccionario Ilustrado de la Biblia, ed. Wilton Nelson (Miami: Editorial Caribe, 1977).

Justo Gonzalez, The Story of Christianity: Volume 1: The Early Church to the Dawn of the Reformation (HarperOne: 2014), Edición Kindle, pos. 784-823.

A menos de que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera Contemporánea (RVC)
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