22 de diciembre de 2016

Leyendo a los Testigos - Parte 10: Un Asunto de Familia

(Este post es el décimo de la serie Leyendo a los Testigos. Puedes encontrar la serie completa aquí)

Nuevamente es hora de sentarnos a examinar lo que los Testigos de Jehová quieren decirnos a través de su publicación ¿Qué es lo que enseña realmente la Biblia? Desde hace varias semanas estamos estacionados en el capítulo 4 del libro, que lleva por nombre ¿Quién es Jesucristo?, analizando de manera crítica la imagen de Jesús que los autores nos describen. En esta ocasión el tema que trataremos es un poco técnico, pero como Cristo es el centro del Cristianismo no podemos esquivar las declaraciones de los Testigos sobre quién es Él sin examinarlas y ofrecer una respuesta.

(Recuerden que pueden seguir la lectura en línea o descargar el libro en esta dirección).

Lo Errado (3): "Creado" y "nacido" no son sinónimos


Los Testigos ya nos han indicado que su creencia acerca de Jesús es que Él es una criatura de Dios. Para justificar esta postura, ellos hacen referencia a ciertos pasajes bíblicos que parecen establecer una relación entre Él y la creación:

"Por muchas razones, Jesús es el hijo más querido de Jehová. La Biblia lo llama “el primogénito de toda la creación”, pues él fue lo primero que Dios creó (Colosenses 1:15)." [1]

Uno de los problemas de los Testigos, no obstante, que hemos encontrado varias veces dentro de esta serie es su tendencia a apresurarse demasiado al interpretar un pasaje bíblico, sin preocuparse de si existen buenas razones para entender un texto en la manera que ellos lo hacen. Esta es otra ocasión en la que ellos hacen lo mismo. Luego de afirmar que "Jesús es el hijo más querido" (sin darnos alguna base), ellos rápidamente señalan que "primogénito de toda la creación" significa "lo primero que Dios creó". Suena bien a primera vista, pero es una interpretación problemática.

Digamos que les concedemos la razón en este punto por un momento. ¿Cual es la consecuencia lógica de este pensamiento? La respuesta es que la interpretación de los Testigos implica que todo lo que existe, no sólo ángeles y humanos, sino también animales, vegetales, minerales y todas las demás cosas, son hijos de Dios. ¿Por qué? Porque
primogénito significa literalmente "primero nacido" [2], y por lo tanto, cuando hablamos de que cierta persona "y" es el primogénito de (un grupo) "x", "x" siempre se va a referir al grupo de hermanos del hijo mayor "y" (a menos de que "x" sea simplemente la pareja de padres de "y"). Sería ilógico que alguien dijera "soy el primogénito de mi escuela" o "él es el primogénito entre sus compañeros de trabajo", pues esos grupos no son familias, y no se puede identificar entre ellos a un hijo mayor. Por esta razón, "primogénito de la creación" en la interpretación literal de los Testigos no tiene sentido a menos de que la creación sea el grupo familiar de Jesús, quien sería el "hermano mayor" de ángeles, zancudos, bacterias y rocas por haber sido creado primero. Si de partida esta idea es poco creíble, basta una lectura rápida para darse cuenta de que además es totalmente extranjera a la Biblia: nunca encontramos en las páginas del Nuevo Testamento una relación de parentezco entre Cristo y la creación; al contrario, como ya lo vimos antes, los mismos versículos del pasaje de Colosenses que citan los Testigos son muy claros en afirmar que todo lo creado proviene de Él, está bajo Su dominio, y depende de Él para continuar existiendo (Colosenses 1:16-17; ver también Hebreos 1:1-3). Debido a estas dificultades, esta interpretación no es apropiada.

No obstante, no estamos obligados a concederles este punto, porque esta interpretación literal que ellos desean hacer también tiene en principio un gran problema con el lenguaje: no es posible utilizar la palabra
primogénito para describir algo creado, a menos de que estés hablando en sentido figurado. Ya sea en el español (como vimos en el párrafo anterior) como en el original (griego prototokos), este término siempre nos comunica la idea de nacimiento, nunca de creación, y ambos conceptos son esencialmente distintos, como explica el apologista William Lane Craig:

"Cuando un artesano crea algo, él hace algo de una naturaleza diferente de sí mismo. Un carpintero puede crear una silla, o un mecánico puede construir un automóvil, y el automóvil y la silla tienen una naturaleza diferente que aquello que la creó [...] Por el contrario, cuando algo engendra descendencia, el descendiente tiene la misma naturaleza que aquello que lo engendró. Los gatos dan a luz gatitos, los perros engendran cachorros, las vacas engendran terneros -- ellos tienen la misma naturaleza que sus padres" [3]

Además, como lo observa el profesor de Nuevo Testamento Murray Harris, si Pablo hubiera querido expresar la idea de que Jesús fue creado, él ya tenía disponible la palabra perfecta,
protoktistos, que significa precisamente "primero creado" [4]. Esto implica que el apóstol escogió prototokos a propósito, para expresar algo distinto que lo que los Testigos afirman.

De esta manera, los autores cometen un error en su interpretación del pasaje al ignorar la clara diferencia que existe entre ser "hijo" y ser "creación". No es posible llegar y decir simplemente que Jesús es lo primero creado, ya que el lenguaje no nos lo permite.


Lo Errado (4): La verdadera paternidad de Dios


Ahora, ¿cómo entendemos a los autores cuando nos dicen que Jesús es al mismo tiempo un hijo de Dios y una criatura de Dios, si ambos conceptos son distintos? Una nota al pie en la misma página nos aclara esta duda:

"A Jehová se le llama Padre porque es el Creador (Isaías 64:8). Puesto que Jesús fue creado por Dios, recibe el nombre de Hijo de Dios. Por la misma razón, a otros espíritus e incluso a Adán se les llama hijos de Dios (Job 1:6; Lucas 3:38)." [5]

Bueno, ahí lo tienen. La visión de los Testigos es que en realidad Dios no tiene hijos, sino que esto simplemente es "un decir", como decimos aquí en Chile; una forma de expresarse que no debe interpretarse literalmente. La lógica es simple: Dios es Creador; por lo tanto, se puede decir que Él "es como" un Padre. Jesús, los seres celestiales, Adán (y bajo la misma lógica, todo lo demás) son criaturas de Dios; por lo tanto, se puede decir que ellos "son como" Sus hijos.

Como de costumbre, lo que nos proponen suena correcto hasta que uno lo piensa con más detención. Los problemas principales con esta enseñanza son dos.

En primer lugar, hay demasiadas suposiciones sin justificar. Es cierto que la Biblia habla de Dios como Padre en sentido figurado por el hecho de ser Creador, pero los autores simplemente dan por hecho que esta es la única razón y que no existe otra. De la misma manera, decir que Jesús, los ángeles y Adán son llamados hijos de Dios exactamente por la misma razón también es una suposición sin respaldo. Los Testigos tendrían razón si la Biblia no nos entregara otra información más que los pasajes que ellos citan, pero aquí entramos en el segundo problema: sí existen más pasajes relevantes, y no apoyan lo que ellos nos enseñan.

Como señala el dicho popular, "un texto sin un contexto se convierte en un pretexto", y este es un claro ejemplo. Aunque es bueno que los autores hayan intentado justificar su enseñanza a través de pasajes bíblicos, su error fue dejar de lado el contexto del resto de la Biblia, la cual tiene mucho que decir sobre el tema de ser hijo de Dios. Específicamente, el autor de Hebreos descarta la idea de que Cristo y los ángeles sean hijos de Dios en el mismo sentido:


"Porque jamás dijo Dios a ninguno de sus ángeles: 'Tú eres mi Hijo. Yo te he engendrado hoy'. Ni tampoco: 'Yo seré su Padre, y él será mi hijo'". (Hebreos 1:5, RVC)

Si bien los autores están en lo correcto al indicar que la Biblia llama "hijos de Dios" a los ángeles
en un par de ocasiones, este pasaje nos muestra que es una equivocación afirmar que ellos están al mismo nivel que Jesús. Ellos son llamados "hijos" en lenguaje simbólico, pero Hebreos nos muestra que existe uno, Jesús, de quien Dios da testimonio que es Su Hijo en el sentido más real posible. La prueba de que Dios puede ser Padre en esta manera -no sólo por ser Creador, sino verdaderamente Padre- la encontramos en los primeros versículos del Evangelio de Juan:

"Mas a cuantos lo recibieron [a Jesús], a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios." (Juan 1:12-13, NVI)

Este pasaje parece estar directamente en oposición a la enseñanza de los Testigos, porque nos muestra que en realidad los seres humanos no son hijos de Dios por naturaleza (aunque Dios sea su Creador), y que la forma en que pueden llegar a serlo es por medio de un nacimiento espiritual que ocurre al tener fe en Jesús. Estos creyentes no sólo son
llamados hijos de Dios, sino que son verdaderamente hijos de Dios por haber nacido en forma sobrenatural de Él (1 Juan 3:1, ver también Juan 3:5-7; Santiago 1:17-18; 1 Pedro 1:23). ¡Cuánto más hijo será Jesús, quien, como ya vimos, es el resplandor de la gloria del Padre, y en quién está toda la naturaleza divina!

Por lo tanto, ya vemos que los Testigos no están en lo correcto en este caso. A Dios se le llama Padre principalmente porque... ¡Él lo es! Él engendra -o da nueva vida espiritual- a quienes creen en Jesús. Más aún, Él es llamado Padre por ser el Padre de Jesús, en un sentido único y superior a Su relación con cualquier persona o ser celestial, al punto que la Biblia habla de Él como
el Hijo de Dios.


Para terminar, quizás alguno de ustedes se esté preguntando en relación al pasaje de Colosenses "¿Si primogénito no significa 'primero creado', entonces qué significa?" La respuesta es que la palabra significa, como dijimos, "primero nacido", pero se utiliza para comunicar una idea mucho más amplia: la de
superioridad. En el contexto del Antiguo Testamento, el primer hijo era uno especial, pues disfrutaba de privilegios como ser el jefe entre sus hermanos (Genesis 49:3), recibir una mayor parte de la herencia (Deuteronomio 21:15-17) y ser el heredero del trono, si se trataba del hijo del rey (2 Crónicas 21:3). Por eso, con frecuencia cuando Dios hablaba de alguien como Su primogénito (Éxodo 4:22-23; Salmos 89:26-27), el motivo se centraba más en la importancia y los privilegios de ese alguien que en su orden de nacimiento. El pasaje de Colosenses es simplemente un reflejo de este uso del concepto, al decirnos que la razón por la que Cristo es el primogénito de toda creación es "porque en Él fueron creadas todas las cosas [...] todo fue creado por medio de Él y para Él" (Colosenses 1:16, RV60, énfasis mío). Aquí, vemos que el centro del discurso de Pablo es -como dice más adelante el versículo 18- que Cristo tiene la preeminencia (el primer lugar o la supremacía) en todo, y que no se hace ninguna referencia a Su nacimiento u origen. Primogénito, por lo tanto, quiere decir aquí "primero en importancia", y no "primero nacido" (¡mucho menos "primero creado"!).

Con esta intensa discusión terminamos el análisis de la serie por este año. El libro de los Testigos aún tiene sorpresas y curiosidades en espera para nosotros (de hecho, el capítulo sobre Jesús es tan controversial que aún quiero dedicarle un par de posts adicionales), pero eso será material para el 2017, junto con más temas teológicos y apologéticos para no quedarnos centrados en un solo tema.





Referencias

[1] Testigos de Jehová, ¿Qué Enseña Realmente la Biblia? p. 41

[2] Primogénito deriva del latín primogenitus, de los términos primo ("primeramente", "en primer lugar") y genitus, forma verbal de genere ("engendrar", "hacer nacer")

[3] "Doctrine of Christ (part 4)", William Lane Craig, Clase Dominical Defenders Temporada 2

[4] Murray J. Harris, Colossians and Philemon, Exegetical Guide to the Greek New Testament, p. 44, como se cita en el estudio de Greg Herrick, "Jesus and Christians as "Firstborn"

[5] ¿Qué Enseña Realmente la Biblia? p. 41




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