18 de enero de 2023

Cómo Estudiar tu Biblia, Paso a Paso - Observación 2: Compara Versiones


[Este post es parte de la serie Cómo Estudiar tu Biblia, Paso a Paso, que puedes encontrar completa aquí]


Luego de haber hecho la parte más fundamental de nuestra observación a través de nuestra lectura cuidadosa y nuestras preguntas al pasaje, es hora de complementarla con otras herramientas. Mientras que el paso anterior sólo necesitaba nuestra Biblia de siempre, este segundo paso va a necesitar que hagamos uso de otras Biblias. Descuida: si no tienes otras Biblias físicas a la mano (como la gran mayoría de nosotros), hay muchas otras opciones para llevar a cabo este paso.


El valor de una versión bíblica


Si estás iniciando en el estudio de la Biblia, y no sabes qué es una versión o traducción bíblica, te invito a que revises este post que te puede introducir al tema. Básicamente, una versión de la Biblia es una traducción realizada por uno o más expertos en los idiomas bíblicos (hebreo, griego y pequeñas porciones de arameo) para hacerla disponible en un idioma actual, como nuestro español. Existen diferentes versiones bíblicas porque -como ustedes, lectores biligües, ya saben de sobra- no siempre existe una única manera de traducir un texto en otro idioma. Y especialmente en el caso de la Biblia, existe una amplia variedad de traducciones debido al enfoque particular de traducción que quiera aplicarse: hay traducciones que buscan ser fieles a las palabras y a las estructuras originales utilizadas, y otras traducciones que están dispuestas a moverse un poco de una traducción literal rígida para transmitir más fielmente el significado correcto de un texto [1]. Ambos enfoques son útiles, ya que las Biblias con una traducción más literal nos aportan mucho para el estudio bíblico detallado y académico, mientras que aquellas con una traducción menos literal y más cercanas a nuestro lenguaje nos ayudan a entender mejor el sentido de lo que leemos.

En fin, hay otras razones que explican también la existencia de las distintas versiones bíblicas, pero el punto es este: si prestamos atención a la forma en que distintas Biblias traducen el mismo pasaje, podremos obtener una "segunda opinión", otro punto de referencia que nos permitirá ver con más claridad las partes difíciles de entender, y revelará aquello que parecía sencillo, pero en realidad requiere más estudio de nuestra parte [2].


Estudiando las distintas versiones


Como mencioné al principio, muy pocos de nosotros tenemos cuatro o cinco Biblias distintas en nuestros libreros. No obstante, Internet nos da la posibilidad de acceder completamente gratis a la gran mayoría de las versiones en español para nuestro estudio, a través de sitios como Biblegateway (https://www.biblegateway.com/) o Bible.com (https://my.bible.com/es/bible).

Entre las posibles traducciones que estos sitios nos ofrecen, hay cinco que consulto regularmente en este paso, que se mueven dentro de este rango entre lo literal y lo menos literal, y que puedo recomendarles para su uso: La Biblia de las Americas (LBLA), Reina Valera Contemporánea (RVC), Dios Habla Hoy (DHH), Nueva Version Internacional (NVI) y Nueva Traducción Viviente (NTV) [3].


Mirar y comparar


A grandes rasgos, la idea es que leamos nuestro pasaje en estas otras versiones y tomemos nota de todo lo que es diferente en comparación con nuestra versión "base" (para nuestro caso, la Reina Valera 1960). Una de las primeras preguntas dentro del paso de Observación nos pedía registrar todo aquello que no entendiéramos o que nos pareciera difícil de entender: este segundo paso nos puede ayudar a traer más claridad a estas partes del pasaje, pues aquí leeremos esa idea expresada con otras palabras.

Al terminar este segundo paso, podemos haber avanzado de distintas maneras en nuestra compresión: quizás algunas de nuestras dudas fueron aclaradas, o quizás la comparación demostró que nuestra duda proviene de un texto realmente complejo y que requiere de más estudio. También es posible que, al leer el pasaje en otras palabras, nuestra perspectiva haya sido enriquecida y complementada. Aunque existe la posibilidad de que no haya muchos cambios con respecto a lo que entendimos originalmente, es claro que este segundo paso de Observación tiene un gran potencial para ayudarnos en nuestro proceso de estudio, así que vale la pena que nos tomemos el tiempo para realizarlo.





Notas

[1] Esto es lo que se llama formalmente la filosofía de traducción de una Biblia. Las traducciones más literales se conocen como traducciones de equivalencia formal, y las traducciones menos literales se conocen como traducciones de equivalencia funcional o dinámica (Robert Plummer, 40 Questions about Interpreting the Bible, 40 Questions Series [Grand Rapids, MI: Kregel Academic, 2010], pp. 107-108).

[2] Si tenemos dominio del inglés o de otro idioma, este horizonte se extenderá más aún, ya que eso nos dará más alternativas en cuanto a las versiones bíblicas que podemos explorar. No obstante, las versiones en español ya deberían darnos suficiente material para nuestro estudio.

[3] De forma similar, algunas versiones que podría recomendar para los hablantes en inglés serían la New American Standard Bible (NASB), English Standard Version (ESV), Christian Standard Bible (CSB), New International Version (NIV) y la New Living Translation (NLT).


Foto por Tima Miroshnichenko en Pexels
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