15 de noviembre de 2022

Cómo Estudiar tu Biblia, Paso a Paso - Observación 1: Lee el Pasaje


[Este post es parte de la serie Cómo Estudiar tu Biblia, Paso a Paso, que puedes encontrar completa aquí]


Estando ya preparados con la actitud correcta para aprender, podemos empezar con el primer gran paso de nuestro estudio, el cual se conoce generalmente como la etapa de observación. Aunque quise conservar este nombre porque es el término más común, estoy de acuerdo con la maestra Jen Wilkin en que un nombre más adecuado para este paso sería "comprensión", ya que nuestra meta aquí no es sólo tomar nota de algunos datos que nos parezcan relevantes o interesantes, sino entender realmente -comprender- lo que el texto quiso comunicar a su audiencia original [1].


¿Por qué es importante este paso?


La razón por la que los creyentes estudiamos la Biblia es porque ella es fundamental para la vida cristiana. Nos permite conocer a Dios (Lucas 24:27; Juan 5:39; 20:30-31), nos hace sabios (Salmos 19:7) , nos guía en nuestro camino (Salmos 119:105), nos hace crecer (1 Pedro 2:2), nos alienta (Salmos 119:107), nos capacita para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17), y hay bendición en comprenderla y ponerla en práctica (Josué 1:7; Salmos 1:1-3; Mateo 7:24-27; Santiago 1:23-25). Pensando en estas verdades, podemos ver la importancia que tiene tratar de entenderla correctamente, porque en la medida en que no lo hacemos, dejaremos de recibir los beneficios de este medio de comunicación y crecimiento que Dios nos ha dejado. Cuando leemos la Biblia en una forma liviana, sin preocuparnos de interpretarla fielmente, corremos el riesgo de hacerla decir lo que nosotros queremos que diga [2] o de obtener enseñanzas equivocadas de ella. Por eso, comenzar tratando de entender correctamente el texto bíblico es una forma de cuidar nuestra conexión con la verdad que Dios ha revelado para la vida [3].

Estudiar el texto correctamente, por su parte, implica leerlo a la luz de su naturaleza. Sabemos que la Biblia es inspirada por Dios, y por lo tanto, tiene un mensaje divino para nosotros, aquí y ahora. No obstante, leer la Biblia no consiste sólo en abrirla e intentar aplicarla con nuestras mejores intenciones. Ya que ella también tiene un aspecto humano (Dios tomó en cuenta la personalidad de los autores bíblicos, su lenguaje y sus circunstancias para comunicar Sus palabras) también debemos esforzarnos por entender bien su mensaje original para saber si se aplica, y cómo se aplica, a nosotros [4]. Por eso, una vez más, debemos partir leyendo y comprendiendo el pasaje bíblico que tenemos delante.


"Interrogando" al texto


Lo que queremos lograr con este paso de lectura del pasaje es "romper el hielo", por decirlo así; familiarizarnos con él, para empezar a verlo tal como es: su estructura (la forma en que está construido) y sus ideas centrales (en otras palabras, "de qué se trata" el pasaje). El erudito George Guthrie comenta, "el aspecto más importante del estudio bíblico es la observación. Es detenerse suficiente como para mirar cuidadosamente el texto, y mirarlo una y otra, y otra vez porque no puedes interpretar, y por lo tanto no puedes aplicar, lo que nunca has visto" [5].

Lo que haremos, por lo tanto, es tomar lápiz y papel (o nuestro teléfono u otro dispositivo, si lo digital es lo nuestro) y leeremos el pasaje bíblico varias veces, con calma y tomando nuestro tiempo. A medida en que avanzas, comienza a tomar nota de ciertas cosas que podrían ser importantes. Toma como ejemplo las siguientes preguntas iniciales:

¿Qué palabras o ideas te llaman la atención (ya sea por ser desafiantes, curiosas, interesantes, etc.)? ¿Hay algo en especial de este pasaje que te impacte?

¿Qué palabras o ideas te resultan difíciles de entender? ¿Hay algo que suene extraño, o distinto en comparación con nuestro español de cada día?

¿Cuáles parecen ser las palabras más importantes de este pasaje?

¿Hay alguna pregunta que te surja mientras lees el pasaje? (No es necesario que trates de responderla en este momento; sólo toma nota de ella)
.

Luego, intenta identificar con claridad las ideas principales del texto. Algunas herramientas útiles para esto son las clásicas preguntas de investigación:

"¿Quién?": ¿Quién es el protagonista del pasaje? ¿Qué otros participantes aparecen?

"¿Qué?": ¿De qué se trata principalmente este pasaje? ¿Cuál es el tema (o los temas) que trata? ¿Qué funciones cumplen los personajes que identificaste?

"¿Cuándo?": ¿Cuándo (en qué momento histórico) sucede lo ocurrido en el pasaje (si se indica de alguna manera)?

"¿Dónde?" ¿Dónde (en qué lugar geográfico) sucede lo ocurrido en el pasaje (si se indica de alguna manera)?

"¿Cómo?": ¿Cómo (en qué forma) ocurre lo descrito en el pasaje?

"¿Para qué?": ¿Para qué (con qué finalidad) ocurre lo descrito en el pasaje?

Finalmente, intenta responder estas preguntas adicionales acerca del contenido del pasaje:

¿Qué palabras o conceptos se repiten en el texto, aunque no sea de una forma exacta? [6].

¿Habla este pasaje de alguna forma sobre el carácter o los atributos de Dios?

¿Hay alguna comunicación de parte de Dios hacia el ser humano? ¿Alguna lección, mandamiento, o promesa?

¿Puedes distinguir cuál es la relación entre las ideas del pasaje? Para esto, presta especial atención a expresiones que se usan específicamente para conectar pensamientos (como "por lo tanto", "porque", "al contrario", "luego de esto", "aunque", "para que", etc.)
[7]


Luego de leer varias veces el texto, y preocuparnos por responder estas preguntas de observación, por lo general estaremos más cerca de una buena comprensión de nuestro pasaje. No obstante, puede que aún tengamos dudas, o que nos hayamos dado cuenta de que en realidad no entendemos el texto bíblico. No se preocupen: este es sólo el paso inicial. En el siguiente paso vamos a "pulir" lo que hemos entendido observando desde otro punto de vista. Eso sí, antes pondremos en práctica lo que hemos aprendido hasta aquí.





Referencias

[1] Jen Wilkin, "How to Study the Bible: Day 2", Crossway.org. https://www.crossway.org/articles/how-to-study-the-bible-day-2/

[2] "La primera razón por la cual uno necesita aprender a interpretar es que, ya sea que nos guste o no, cada lector es al mismo tiempo un intérprete. Esto es, la mayoría de nosotros asumimos mientras leemos que también entendemos lo que leemos. Además tendemos a pensar que nuestro entendimiento es el mismo que el del Espíritu Santo o que la intención del autor humano. Sin embargo, invariablemente traemos al texto todo lo que somos, con todas nuestras experiencias, cultura y comprensión previa de palabras e ideas. Algunas veces lo que traemos al texto, seguramente sin querer, nos hace extraviarnos, o si no, provoca que leamos toda clase de ideas extrañas en el texto" (Gordon D. Fee, Douglas Stuart, How to Read the Bible for All Its Worth: Fourth Edition [Grand Rapids, MI: Zondervan, 2014], p. 161)

[3] George Guthrie habla sobre el caso de quienes intentan vivir una vida cristiana sin entender correctamente la Biblia: "Necesitamos hacer nuestro trabajo exegético, nuestro estudio básico del texto, antes de tratar de pensar devocionalmente o hacer una aplicación del texto. La razón aquí es precisión. Queremos estar seguros de que, a mientras nos acercamos al texto devocionalmente, estamos viviéndolo basado en lo que está presente realmente en el texto [...] Pienso en los arbustos de arándanos en mi casa. Salimos y cosechamos arándanos. Nunca encontramos frutillas en estos arbustos de arándano. Nunca encontramos moras [...] Y la razón es que la planta produce fruto de acuerdo al tipo de planta que es, de acuerdo a su naturaleza. Y cuando hacemos estudio bíblico, necesitamos comenzar con la exégesis del texto para que nuestra aplicación crezca orgánicamente del texto, en lugar de ser leída dentro del texto [torcer el texto para que diga lo que uno piensa] o hecha a pesar de lo que dice el texto. El fruto del texto debe venir del texto mismo, y nuestra aplicación necesita venir luego de que realmente hemos entendido y estudiado ese texto, y discernido lo que Dios está tratando de decir a través de ese texto. Así que necesitamos hacer nuestro trabajo exegético antes que el devocional". ("How to Read Your Bible: Background Studies", BiblicalTraining.org. https://www.biblicaltraining.org/background-studies/inductive-bible-study)

[4] Esta consideración acerca de la importancia del lado humano de la Biblia es la base de lo que se llama la hermenéutica gramático histórica. Esta "distancia" que hay entre los oyentes originales de la Escritura y nosotros nos enseña que, para entenderla correctamente, necesitamos entender su lenguaje y su estructura literaria (el aspecto "gramático") y también su transfondo, situación histórica y contexto original (el aspecto "histórico"). (Reclaiming the Mind Ministries, Manual de Bibliología y Hermenéutica, El Programa de Teología [Frisco, TX: Reclaiming the Mind Ministries, 2005-2007], p. 151)

[5] "How to Read Your Bible: Observation", BiblicalTraining.org. https://www.biblicaltraining.org/observation/inductive-bible-study.

[6] Este punto es bastante importante, porque a menudo repetición indica énfasis. Ya que los escritores bíblicos no tenían el beneficio de colores en su texto, y no estaban familiarizados con recursos como la fuente "negrita", cursiva o el subrayado, su forma de enfatizar era por medio de la repetición. "La repetición de palabras, frases o ideas es una forma primaria en la que los autores del Antiguo Testamento comunicaron su mensaje. Mientras que la repetición -para el oído moderno- puede sonar plana, monótona y poco sofisticada, para la audiencia antigua era un recurso literario que conectaba y destacaba elementos significativos dentro de la narrativa" (Logos Pro Team, LT271 Study the Bible with Logos: Jonah 1, Logos Mobile Education [Bellingham, WA: Lexham Press, 2016]). Lo mismo vale para el Nuevo Testamento: "La repetición es un recurso frecuentemente usado en discursos o escritura persuasiva para llamar atención a temas o énfasis clave" (W. Hulitt Gloer y Perry Stepp, Reading Paul’s Letters to Individuals: A Literary and Theological Commentary on Paul’s Letters to Philemon, Titus, and Timothy, ed. Charles H. Talbert, Reading the New Testament [Macon, GA: Smyth & Helwys Publishing, 2008], p. 13).

[7] El autor Henry Jackson III observa los siguientes tipos de conectores: conectores de conclusión, los cuales identifican una consecuencia lógica o resumen un argumento dado anteriormente ("por tanto", "así que", "por esta razón", "luego"); conectores de explicación, que presentan la razón de por qué algo sucedió o es verdad ("porque") y conectores de propósito, que indican el efecto, objetivo o intención de algo ("para que", "con el fin de"). Además, identifica expresiones de contraste, que oponen dos ideas distintas ("pero", "a pesar de", "sin embargo", "sino que"). (Stop Reading, Start Studying: Inductive Bible Study Method Explained [Inductive Bible Study LLC: 2015], ed. Kindle, pos. 430-452).


A menos de que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960 (RVR60), y todas las citas desde fuentes en inglés han sido traducidas por el autor del blog
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