12 de enero de 2016

Doce Consejos Que Espero Dejarle a las Generaciones Que Vendrán - Parte 1

(Este post es el primero de la serie 'Doce Consejos Que Espero Dejarle a las Generaciones Que Vendrán'. Puedes encontrar la segunda parte aquí)

Pienso que, como cristianos, todos estaremos de acuerdo en afirmar el gran valor que tiene la Biblia como la Palabra de Dios en nuestras vidas. Ella nos da dirección, consuelo y transforma nuestros pensamientos, entre muchas otras cosas. Particularmente, en mi experiencia personal, hay ciertos principios bíblicos que me han sido especialmente útiles en distintos momentos del camino. Algunos, los aprendí por cuenta propia; otros, me fueron compartidos por otras personas.

Pensando en el legado que quisiera dejarle a los hijos y nietos (y por qué no, bisnietos) que Dios me permita tener, me gustaría pasarles estos principios para que les fueran útiles en su vida, como lo han sido en la mía. Al mismo tiempo, pensé que quizás alguno de ustedes también se puede beneficiar de ellos, así que me decidí a escribir este post para iniciar el 2016.

Hay varios otros principios bíblicos que tienen gran valor para mí, pero en esta ocasión sólo me limitaré a una lista de 12. ¿Comenzamos?


1. No olvides que Dios te ama a pesar de cómo eres


"Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5:7-8)

Si has estado en esa situación en que sientes que no eres lo suficientemente bueno o digno para acercarte a Dios, este pasaje es un tremendo recordatorio. Cierto, ninguno de nosotros merecemos tener una relación con Dios debido a nuestros pecados, pero aún así Él nos ama, y lo mostró de la forma más poderosa en la cruz de Jesús.


2. Sé disciplinado en tu vida espiritual


"Ejercítate para la piedad" (1 Timoteo 4:7)

Hay ocasiones en que sentimos que no tenemos tiempo para dedicar a las actividades que nos ayudan a crecer espiritualmente (oración, lectura bíblica, etc.). Otras veces, no estamos de ánimo, o definitivamente estamos agotados. Por razones como estas, creo que es muy útil cuando vemos nuestras actividades espirituales como una forma de ejercicio o una rutina (en el buen sentido) que nos comprometemos a prácticar de forma constante. Cuando logramos "hacernos el hábito" no sólo nos volvemos mejores en ellas, sino que Dios trae crecimiento a nuestra vida.


3. Invierte tus recursos en las cosas eternas


"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan." (Mateo 6:19-20)

"...No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas." (2 Corintios 4:18)

Con respecto a recursos como nuestro dinero o nuestro esfuerzo, tenemos prácticamente una infinidad de formas de invertirlos. Podemos adquirir muchas cosas en nuestra vida, y emprender muchos tipos de proyectos. Sin embargo, una gran parte de todo esto que hacemos sólo trae frutos de corto plazo (por ejemplo, comprar un helado). Hay otras inversiones y proyectos cuyos resultados son más duraderos (por ejemplo, comprar una casa). Y hay algunos cuyo resultado puede durar para siempre (por ejemplo, comprar y regalar una Biblia). Dios dice que la mejor clase son estos últimos.


4. Aprovecha bien tu tiempo


"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." (Salmos 90:12)

De entre todos nuestros recursos, el tiempo es el más valioso, pues es el único que no podemos recuperar. Nunca se detiene, y lo más importante de todo, no sabemos cuánto tenemos en realidad. Por eso considero el consejo de Dios en este salmo muy apropiado: ocupa sabiamente tu tiempo, idealmente en esos proyectos que dan frutos duraderos y tienen un mayor valor.


5. En el amor, ten presente que lo interior es más importante que lo exterior


"Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada" (Proverbios 31:30)

Para aquellos de ustedes buscando a esa persona especial, este consejo es uno de los más importantes. La belleza exterior sin duda es algo agradable, y también lo es el carisma o el "ángel" que alguien tenga. El problema es que la hermosura de la juventud no dura para siempre, y una personalidad cautivante no es garantía de un carácter maduro y amable. La mejor apuesta que puedes hacer es ir por aquél hombre o mujer que tiene una relación con Dios. Si puedes encontrar a alguien que tenga las tres cosas, ¡bienvenido(a) sea!


6. Administra tus pensamientos


"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8)

Nuestra mente también es un recurso y uno que resulta tremendamente importante ocupar bien, porque define en gran medida lo que somos. Lo que creemos y pensamos determina nuestras acciones y decisiones. Por ejemplo, Jesús aplicó este principio a las palabras, cuando afirmó que "de la abundancia del corazón habla la boca" (Lucas 6:45). Es por eso que es fundamental que llenemos nuestra mente de cosas buenas, verdaderas y llenas de virtud, porque esto impactará nuestro actuar diario en la misma forma en que comer saludable tiene un impacto en la energía y vitalidad de nuestro cuerpo.


Nos detendremos aquí para terminar la segunda parte de estos 12 consejos en el próximo post. Si quieres agregar alguno de tu parte, ¡siéntete libre de ocupar la zona de comentarios!




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