Es tiempo de retomar nuestro estudio de los argumentos "pro-elección" más populares desde una perspectiva lógica. Entre las distintas razones en defensa de esta práctica que podemos escuchar en los medios y en la red, hay una en especial que no podemos pasar por alto, porque involucra precisamente nuestras creencias como cristianos. Veamos qué tan buena resulta cuando nos damos el tiempo de considerarla con más cuidado.
Argumento desde la moral religiosa
Por ejemplo, en el contexto del debate sobre el aborto en Argentina, una de las expositoras pro elección sostuvo lo siguiente (puntos extra por combinar tres argumentos en una frase tan corta):
"Existe un niño por nacer cuando una mujer lo decide. Ni los varones ni las iglesias hacen eso" [1]
Otra defensora, esta vez en una columna para el portal chileno El Desconcierto, sentencia:
"[El Estado] No puede otorgar al feto una naturaleza jurídica que está por sobre los derechos de la mujer, bajo argumentos ligados a la religión y a la presunción de tener la verdad en torno al “origen de la vida” [...] En definitiva, vulnera nuestros derechos humanos en pos de salvaguardar una moralidad religiosa, lo que resulta inadmisible en un Estado laico" [2]
En el portal Mujeres en Red tenemos un tercer eco de este pensamiento:
"Tampoco es una buena opción lanzar mensajes [...] que pretenden cargar sobre la conciencia de niñas y mujeres, la idea de que el aborto es un asesinato. No es verdad. Es tan sólo la verdad de los que consideran que hay vida en el mismo momento de la fecundación [...] o que profesan una determinada fe o religión o filosofía" [3]
¿Cómo se vería todo esto expresado en un argumento formal? Veamos:
1. La posición pro-vida es producto de una moral religiosa
2. Por lo tanto, no debería ser impuesta a la sociedad ni considerada en el debate sobre el aborto
Espero que vayan notando este hecho a medida que avanzamos con la serie: por más convincente que se escuche un argumento, es aquí, en la parte lógica, donde se demuestra su peso real. En este caso, al igual que en la ocasión pasada, vemos que sus defensores lo proclaman como un razonamiento contundente, pero en su forma básica es un argumento inválido. No hay conexión lógica entre su premisa y su conclusión.
La razón de que este argumento sea tan popular es una suposición que muchos comparten dentro del lado pro-elección, y que podríamos articular como una premisa oculta:
1* Todos los productos de la moral religiosa son subjetivos o falsos
Incluyendo este punto, el argumento puede arreglarse de alguna manera para tomar una forma válida, pero aún así no llega a ser un buen argumento. ¿Por qué? Porque esta nueva premisa es un ejemplo textual de la falacia genética: las ideas pro-vida son descartadas por el simple hecho de ser defendidas por personas creyentes, por el rechazo que esta clase de valores causan en los partidarios del aborto y sin ningún fundamento sólido de por medio. Con un error de esta clase, es este argumento el que debe quedar descalificado del debate.
Como pueden ver, este argumento no merece mucha más atención de nuestra parte. Seguiremos nuestro estudio en la siguiente entrada de la serie.
Referencias
[1] InfoBae - Cuáles fueron los argumentos a favor y en contra de la despenalización del aborto en el primer día de debate en el Congreso
[2] El Desconcierto - Aborto en Chile: Desafíos y obstáculos bajo la oleada conservadora
[3] Mujeres en Red - Niñas: el aborto 'no' es un asesinato
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Foto por Brett Sayles en Pexels
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