11 de abril de 2022

Un Arsenal para el Estudio de la Biblia - Introducciones y Manuales Bíblicos


[Este post es parte de la serie Un Arsenal para el Estudio de la Biblia, que puedes encontrar completa aquí]


La siguiente parada en nuestra serie es un tipo de recurso estratégico. Los manuales bíblicos (MB), a veces también llamados panoramas bíblicos, no suelen ser complejos; son más bien libros de fácil lectura y organización sencilla. Su utilidad se encuentra en el tipo de información que incluye, y en la forma en que lo usamos. En esta categoría también caben sus parientes más especializados, las introducciones al Antiguo y Nuevo Testamento.

¿Qué es un manual bíblico?


En palabras simples, un MB es el siguiente nivel luego de la Biblia de Estudio, en el sentido de que mucho material que podemos encontrar en una Biblia de Estudio se encuentra ampliado en manuales y panoramas. En general, un MB incluirá una introducción a la Biblia completa e introducciones a cada libro de la Biblia, incluyendo información sobre su autor, fecha de composición, contexto histórico, estructura y los temas más relevantes dentro del libro. Como hemos visto a lo largo de esta serie, mientras más específico, más completo: las introducciones al Antiguo y Nuevo Testamento son el nivel superior de este tipo de recursos, conteniendo aún más información y más profundidad en sus discusiones.

¿Para qué sirve un manual bíblico?


Este tipo de recursos son estratégicos, como mencioné al principio, porque su principal utilidad es servir como una preparación para nuestro estudio personal. Así como sucede en una Biblia de Estudio, tener fresca la información acerca del contexto [1] de un libro, sus características y su panorama general nos permitirá tener un "pie de apoyo" para leer y comprender mejor el texto que estamos leyendo. Por ejemplo, en el caso de 1 Corintios, un MB nos mostrará ciertos temas relevantes de la cultura de Corinto, como su interés por la filosofía o su culto de la diosa Afrodita/Venus que son esenciales para entender apropiadamente esta carta de Pablo. O, por otro lado, el tener una idea general de la estructura de un libro bíblico nos permitirá entender mejor el sentido de sus partes específicas. Por ejemplo, saber que los 8 primeros capítulos de la carta a los Romanos desarrollan el tema de la justificación por la fe nos permite entender de mejor manera la idea detrás de cada pasaje particular de esta sección. Algunos manuales conocidos en español son el Compendio Manual Bíblico de Halley, el Manual Bíblico Nelson o el Manual Bíblico MacArthur. En cuanto a introducciones, dos de las más notables son la Introducción al AT por Longman y Dillard, y la Introducción al NT por Carson y Moo.

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Com los recursos que hemos visto hasta ahora ya tenemos cubierta una buena parte de lo que pudiéramos necesitar para nuestro estudio de la Biblia. Pero ¿qué pasa si a pesar de todo este apoyo aún tenemos dudas con respecto a un pasaje bíblico? Si nuestros esfuerzos personales por entender un pasaje no dan los resultados que esperábamos o aún tenemos dudas importantes, aún queda una línea de refuerzos en el arsenal, compuesta por -como diría el pastor Charles Spurgeon- un "glorioso ejército" [2] de maestros que pueden darnos una mano. En la próxima entrada, nos introduciremos en el apasionante mundo de los comentarios bíblicos.




Referencias

[1] En el área de la interpretación bíblica, el contexto histórico y cultural es especialmente importante. Este contexto se refiere a un cierto conocimiento del mundo que los autores bíblicos dan por sabido en los distintos libros que escribieron. Quienes tenemos más de 30 años, por ejemplo, podríamos conversar sin problemas acerca del "11S" y las "Torres Gemelas", dando por hecho que conocemos el atentado terrorista ocurrido hace varios años en Estados Unidos. Un nativo de una tribu perdida en África o Asia, no obstante, no podría entender esa conversación, pues le faltarían varias "piezas" de información. De la misma manera, nosotros necesitamos recoger las piezas de información que nos faltan acerca del mundo antiguo, y recursos como los Manuales Bíblicos nos ayudan en gran parte con esa tarea. Tal como lo explica el Dr. Robert Plummer, "los sesenta y seis libros de la Biblia a menudo asumen la familiaridad del lector con varias prácticas culturales, marcadores geográficos o figuras políticas. Por tanto, cuando un lector no entrenado abre el libro de Isaías y comienza a leer sobre naciones que ya no existen y alianzas políticas oscuras, él o ella puede cerrar la Biblia y decir, 'esto es demasiado difícil de entender'. Como con cualquier documento histórico, el lector de la Biblia necesitará ayudas de estudio para sumergirse en los matices de los asuntos de trasfondo." (Robert L. Plummer, 40 Questions about Interpreting the Bible. 40 Questions series [Grand Rapids, MI: Kregel Academic, 2010], p. 125. Traducción propia).

[2] "Para poder ser capaces de exponer las Escrituras, y como una ayuda para sus estudios en el púlpito, necesitarán familiarizarse con los comentaristas: un glorioso ejército, permítanme decirles, cuya compañía será su deleite y provecho" (Charles H. Spurgeon, Lectures to my Students: Commenting and Commentaries; Lectures Addressed to the students of the Pastors’ College, Metropolitan Tabernacle, vol. 4 [New York: Sheldon & Company, 1876], p. 11. Traducción propia).


Foto por Suzy Hazelwood en Pexels
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