8 de enero de 2018

Leyendo a los Testigos - Cap. 6 - Parte 2: Enseñanzas Dudosas, Pero Al Menos Bien Explicadas

(Este post es parte de la serie Leyendo a los Testigos, que puedes encontrar completa aquí)

Retomando nuestro estudio de las enseñanzas de los Testigos de Jehová (en base a su libro ¿Que Enseña realmente la Biblia?), ya introdujimos el capítulo en que ellos nos presentan sus creencias sobre la muerte y lo que hay más allá de ella. En esta ocasión, nos corresponde reconocer aquellos aspectos en que ellos efectivamente se alinean con la enseñanza bíblica.

(Recuerden que pueden seguir la lectura en línea o descargar el libro en esta dirección).

Lo Bueno


En realidad, como veremos en la evaluación crítica, este capítulo no tiene demasiados puntos destacables. En cierta medida, no obstante, aún se puede reconocer y rescatar el esfuerzo de darle una base bíblica al pensamiento de que no existe nada más allá de la muerte, utilizando principalmente para esto el libro de Eclesiastés (p. 58). Es correcto también su comentario acerca de que la voluntad de Dios para Adán, Eva y la raza humana no era que ellos murieran, sino que tuvieran comunión eternamente con Él, y la observación de que Él ha puesto en nosotros ese mismo deseo de vivir eternamente (p. 59).

Probablemente lo mejor del capítulo se encuentra en las pp. 61-62, donde los Testigos describen la escena en que la primera pareja es bendecida con la posesión del huerto del Edén y toda su abundancia, para luego desobedecer el mandato de Dios. Ellos ya habían tocado este tema en el capítulo 3 del libro, pero sus aclaraciones sobre el episodio son bastante acertadas y pueden ayudar a que algunos lectores comprendan mejor las circunstancias en que todo ocurrió. Por ejemplo, frente al mandato de Dios, ellos comentan:

"No era un mandato difícil de cumplir, pues había muchos otros árboles de los que Adán y Eva podían comer. Pero se les dio una oportunidad especial de demostrar su gratitud a Dios, quien les había dado todo, lo que incluía la vida perfecta. Al obedecer, también demostrarían que respetaban la autoridad de su Padre celestial y que deseaban recibir sus amorosas instrucciones." [1]

Y luego, frente a la caída de Adán y Eva, aclaran:

"Ellos sabían perfectamente que estaban haciendo lo que Dios les había prohibido. Al comer del fruto, desobedecieron a sabiendas un mandato sencillo y razonable. De este modo, despreciaron a su Padre celestial y su autoridad." [2]

Esta clase de comentarios amenos y simples es uno de los principales aportes del capítulo y del libro en general.

Finalmente, los Testigos están en lo correcto al reconocer las limitaciones de los que han fallecido (pp. 64-65). El panorama que presenta la Biblia concuerda al mostrarnos que ellos no pueden actuar en nuestro mundo, ni para bien, ni para mal. Un ejemplo relevante adicional a los pasajes citados por los autores sería el caso de David y su primer hijo con Betsabé, pues cuando éste último falleció, el rey señaló que su niño ya no podría regresar a él (2 Samuel 12:22-23).


En la próxima entrada abordaremos lo que -probablemente- todos ustedes están esperando: el examen del capítulo a la luz de la evidencia bíblica, para ver si la enseñanza de los Testigos sobre este tema hace honor al nombre del libro. Como adelanto, sólo puedo decirles que el punto débil de su doctrina es el mismo que de costumbre: aunque tiene una cierta base en uno o dos pasajes, entra en conflicto con el resto de lo que la Biblia dice sobre el tema del "más allá" (especialmente cuando hablamos del Nuevo Testamento), y por lo tanto, no puede ser correcta.




Referencias

[1] Testigos de Jehová - ¿Qué Enseña Realmente la Biblia? p. 61

[2] Ibid., p. 62



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