[Este post es parte de la serie Cómo Estudiar tu Biblia, Paso a Paso, que puedes encontrar completa aquí]
Siguiendo con nuestro proceso de estudio bíblico, luego de leer el texto, comparar versiones y profundizar en ciertas palabras importantes, nos encontramos con el siguiente paso dentro de la observación del texto: conocer su contexto.
En palabras simples, el contexto es lo que acompaña al texto de alguna manera. Dos de los sentidos que la Real Academia Española (RAE) observa para esta palabra son especialmente relevantes para nuestro caso:
"1. Entorno lingüístico del que depende el sentido de una palabra, frase o fragmento determinados.
2. Entorno físico o de situación, político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el que se considera un hecho." [1]
En una forma similar a la que indica esta definición, debemos recordar que el pasaje bíblico que estemos estudiando no existe aislado, en forma independiente del resto de la Biblia. Tiene un contexto, en otras palabras, un conjunto de pasajes que se encuentran alrededor de él y le dan sentido, en la misma forma que sucede con las palabras individuales, como ya lo hemos visto. Por otra parte, el "entorno" del pasaje no consiste sólo de los pasajes que lo acompañan, sino también el tipo de literatura que representa (veremos más a fondo esto en la próxima entrada de la serie). Además, siendo que la Biblia no es una obra de ficción, sino un conjunto de textos que ocurrieron o fueron descritos dentro de un marco histórico (un momento particular en la historia de la humanidad) y cultural (asociados a un lugar geográfico y una cultura específicos), estos aspectos también se vuelven parte del contexto del pasaje que estamos estudiando, como indica la segunda definición de la RAE.
El tipo de contexto de un pasaje bíblico puede clasificarse en varias formas, pero en nuestro caso he decidido mantenerlo lo más simple posible, y trabajar bajo estas dos áreas principales, que iremos trabajando paso a paso: por una parte, el contexto literario, que tiene que ver con las características del texto como literatura, y por otra, el contexto histórico-cultural, donde observaremos algunas características del lugar, el tiempo o la cultura asociados al pasaje que pueden iluminar su significado para nosotros.
De igual manera, podríamos estudiar cada área secuencialmente, es decir, primero abarcando todo lo literario, luego, todo lo histórico, etc., pero en nuestro caso iremos trabajando cada área en el pasaje, y luego "subiendo" de nivel; en otras palabras, primero estudiando lo relacionado con el texto, luego con el texto que lo rodea inmediatamente, luego con el libro bíblico, etc. Quizás suena tedioso, pero -a mi parecer- es una de las partes más apasionantes de nuestro proceso. La riqueza que el contexto aporta a nuestra comprensión del pasaje tiene el potencial de revolucionar la forma en que leemos y estudiamos la Biblia.
Notas
[1] "Contexto", Diccionario de la Real Academia Española, https://dle.rae.es/contexto
A menos de que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960 (RVR60), y todas las citas desde fuentes en inglés han sido traducidas por el autor del blog
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