5 de marzo de 2023

El Testimonio de la Fe de Sansón


[Este post es parte de la serie El Testimonio de los Héroes de la Fe, que puedes encontrar completa aquí]


El siguiente personaje en nuestra lista de héroes de la fe de Hebreos 11, después de Gedeón y Barac, es ni más ni menos que Sansón, probablemente el juez más famoso por su singular fuerza. Veamos un poco de su historia, para conocer por qué razón es incluido en este lugar de honor.


El nacimiento de Sansón


Aún desde antes de nacer, Sansón fue diferente. En el contexto de un nuevo período de infidelidad de Israel, que hizo que cayeran bajo la opresión de los filisteos por cuarenta años (Jueces 13:1), Dios apareció a una mujer estéril y a su esposo en la persona de Su Ángel, y les anunció el nacimiento de un niño. Pero esta no fue la única sorpresa: este hijo comenzaría a salvar a Israel de sus enemigos -es decir, sería un juez- y además sería un nazareo -esto es, una persona consagrada para Dios por medio de un voto. Aunque las personas consagradas como nazareos tenían ciertas restricciones, como no poder beber vino ni otros licores, no acercarse a personas muertas ni cortarse el cabello (Números 6:1-21), la única restricción que pesaría explícitamente sobre este niño -Sansón- sería esta última (Jueces 13:5) [1].

La vida de Sansón


Como es sabido por muchos de nosotros, Dios dio a este juez el don de tener una fuerza sobrenatural por medio de la influencia del Espíritu Santo, una fuerza que pronto pudo poner a prueba contra los filisteos. El comienzo de este conflicto, sin embargo, nos lleva directamente al hilo conductor de las hazañas y de la tragedia de Sansón, que es su debilidad por las mujeres. Hay 3 partes principales en su historia, y cada una de ellos comienza con una mujer.

El primer episodio (narrado en Jueces 14 y 15) se origina por el interés de Sansón en casarse con una mujer filistea. Durante la fiesta, Sansón propone un enigma a los filisteos invitados, y apuesta una recompensa si ellos encuentran la solución en una semana; de lo contrario ellos deberán pagar (Jueces 14:10-13). Cuando estos filisteos se ven en aprietos frente al enigma de Sansón, amenazan de muerte a su esposa para que obtenga de él la respuesta del acertijo. Cuando Sansón cede, el secreto llega a oídos de los filisteos, y nuestro protagonista debe pagar la recompensa, es que comienza una serie de venganzas y contravenganzas que termina con Sansón derrotando a mil filisteos, armado sólo con una mandíbula de burro (Jueces 15:15). Es en este contexto que el autor de Jueces nos dice que nuestro héroe lideró a Israel por veinte años (Jueces 15:20), lo que sugiere que esta última hazaña marcó la pauta del conflicto durante todo este tiempo. Al final de este período, Sansón era un declarado enemigo público de los filisteos (Jueces 16:2) y era tan odiado por los gobernantes de esta nación que ellos tenían un “servicio de inteligencia” siguiéndolo de cerca, para averiguar alguna debilidad que lo hiciera caer (Jueces 16:5).

El segundo episodio, mucho más breve, ocurre cuando este juez visita Gaza en busca de los servicios de una prostituta filistea (Jueces 16:1). Sus enemigos, teniendo la esperanza de encontrarlo cansado, hicieron planes para asaltarlo por sorpresa de madrugada en la puerta de la ciudad, pero Sansón se levantó antes que ellos, arrancó las puertas de su lugar y se las llevó en sus hombros (Jueces 16:3)


La muerte de Sansón


El tercer episodio, y que será el último de la historia de este juez, es probablemente el más conocido por todos nosotros. Comienza con Sansón enamorándose de Dalila, otra mujer filistea. Los nobles de este país, informados de esta gran oportunidad, la contactaron para que ella engañara a Sansón y le revelara el secreto de su fuerza (Jueces 16:4-5). Dicho y hecho, sólo fueron necesarios tres intentos y algo de insistencia para que nuestro héroe se rindiera y entregara el secreto de la victoria a sus enemigos (Jueces 16:5-17). Los filisteos le cortaron el cabello, y el resto es historia: Sansón terminó debilitado, ciego y humillado, moliendo grano en la cárcel. Esto fue una nota muy aguda de venganza de parte de los filisteos, pues la labor de moler era considerada deshonrosa y estaba destinada a las mujeres; más aún, incluso para una mujer, moler grano para otros habría sido sinónimo de la condición más degradante y baja posible [2]. Sansón terminó haciéndolo para lo peor de la sociedad, en la cárcel.

Sin embargo, los filisteos no contaban con que Dios se haría presente una vez más en la vida de Sansón. Es interesante el énfasis del autor en un hecho natural y aparentemente obvio: “Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado” (Jueces 16:22). El cabello de cualquier persona sigue creciendo después de ser cortado, pero para Sansón, cuyo cabello largo representaba la fuente de su poder -la consagración a Dios- esto era sinónimo de misericordia y restauración. Cuando los gobernantes filisteos lo trajeron a una gran fiesta para burlarse de él, el juez encontró la oportunidad perfecta para apoyarse en las columnas que soportaban el edificio entero. En una gran última oración, Sansón pidió el favor de Dios y recibió su fuerza de vuelta, con la que derrumbó el lugar y se llevó a una multitud de filisteos con él. Por la fe, sacó fuerzas de debilidad (Hebreos 11:34).


Lección práctica #1: El peligro del pecado


La historia de Sansón, como podemos ver, es una agridulce. Fue un héroe de grandes hazañas, temido por sus enemigos, pero víctima de sí mismo. Su interés por las mujeres rayaba fuera de la voluntad de Dios [3], y -en una manera muy similar a la de Esaú- estuvo dispuesto a vender su don (y toda la liberación de Israel que venía de él) por el interés del momento [4]. Su prioridad principal era su vida personal más que la causa de Dios: en todo momento, incluso el último, su interés era la venganza. Podríamos decir que su vida giraba alrededor de él mismo, y esto fue la razón de su caída.

Esto nos deja una lección acerca del gran costo que puede tener el pecado. No importa cuán grandes sean los dones y las capacidades que tengamos, la debilidad moral y de carácter puede hacer grandes estragos en nuestra vida si no las ponemos bajo control mediante la gracia de Dios.


Lección práctica #2: Dios obra y restaura a pesar de nosotros


Junto con la línea de la debilidad de Sansón, sin embargo, en esta historia corre la línea de la soberanía y la fidelidad de Dios. A pesar de todo lo que este juez no era, Dios se mantuvo pacientemente al lado de él y por medio de él obró Su propósito libertador para Su pueblo. Podemos ver una hermosa muestra de Su misericordia en el último episodio, donde acogió la oración de Sansón y lo restauró para su hazaña final.

Esto nos da esperanza a nosotros también, en medio de nuestras debilidades e imperfecciones, al saber que Dios puede obrar en medio de ellos para Sus propósitos de bien en nuestra vida, y que Él es un Dios que se compadece y restaura cuando nos arrepentimos.


Lección práctica #3: El poder de la fe


Finalmente, la lección principal de esta historia que el autor de Hebreos quiere rescatar es la que hemos notado en las últimas clases: por medio de la fe, grandes cosas se pueden lograr, incluso tan increíbles como un solo hombre venciendo multitudes de enemigos, y sobreponiéndose a un fracaso que parecía ser definitivo.

Una vez más, esto debe quedar en nuestra memoria y cambiar nuestra forma natural de pensar frente a situaciones adversas: no hay obstáculo tan grande ni crisis tan profunda que no pueda ser revertida por el poder de Dios, actuando por medio de la fe. Esto no significa necesariamente que una vida de fe sea una vida sin dificultades, pero sí nos dice que la fe nos dará grandes victorias y gran fortaleza en todo lo que enfrentemos de acuerdo a Su voluntad.




Notas

[1] Es posible que el mandamiento de consagración que fue dado a la madre de Sansón (la prohibición con respecto al alcohol y los alimentos impuros) también se extendiera implícitamente a Sansón, pensando en la pregunta de su padre y la respuesta del Ángel en Jueces 13:12-14. Manoa preguntó sobre los cuidados que debía tener Sansón, pero Dios respondió recordando las reglas que le había dado a su esposa. Esto sugiere que, aunque se dice que Sansón sería nazareo desde el momento de su nacimiento (v. 7), su consagración comenzaría desde el vientre materno.

[2] “Samson” en Cyclopedia of Biblical, Theological and Ecclesiastical Literature, eds. John McClintock, James Strong. (New York: Harper & Brothers, 1867–1887).

[3] Aunque las mujeres filisteas quedaban fuera de la lista específica de prohibiciones de matrimonio de la ley de Moisés (Éxodo 34:11-16; Deuteronomio 7:1-4), el interés de Sansón en estas extranjeras quedaba fuera del espíritu del mandamiento (evitar crear lazos con posibles fuentes de idolatría y corrupción). Por otro lado, sus visitas a prostitutas y su claro involucramiento sexual con Dalila (notar por ejemplo sus frecuentes momentos de dormir junto a ella que dieron lugar a los intentos de dominarlo, Jueces 16:14, 19 y los dos anteriores) quedan expresamente calificados como fornicación.

[4] El hecho de que soportara ser engañado tres veces por Dalila demuestra el nivel de debilidad moral de Sansón frente a la tentación.


A menos de que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960 (RVR60), y todas las citas desde fuentes en inglés han sido traducidas por el autor del blog
Foto: "Samson Puts Down the Pillars" (James Tissot)
Todos los enlaces fueron accesados correctamente al día de la publicación de este post


¡Comparte este post!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario