[Ok, largo receso nuevamente, pero espero compensarles terminando estos posts a tiempo (antes de Navidad)]
Hasta hace un par de años atrás, no recuerdo haber escuchado (o leído) algún cuestionamiento acerca de la Navidad. Como cristiano, en realidad no tenía dudas acerca de quién era el verdadero centro de la fiesta, a pesar del consumismo y secularización que se podía ver a través de los medios cada año.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, algunos comentarios críticos acerca del origen y las distintas tradiciones relacionadas con la Navidad (el árbol, los adornos, etc.) consiguieron que me hiciera algunas preguntas, a las cuales (creo) haber encontrado respuestas satisfactorias (para mí, por lo menos).
Esta serie de dos partes tiene como objetivo compartir con ustedes lo que he ido aprendiendo acerca del tema, y mi postura personal acerca del valor de la Navidad, reflexionando si vale la pena celebrarla al considerar un poco de su historia.
El personaje controversial: el sol
La actual fecha en que se celebra la Navidad, 25 de diciembre, tiene una característica particular que es el punto de partida de toda la discusión: en este período (específicamente 20-23 de diciembre) ocurre el fenómeno llamado solsticio de invierno en el hemisferio norte. Básicamente, estos días marcan el comienzo del “regreso” del sol luego de los días invernales.
Como podrán imaginarse, desde tiempos antiguos las culturas más observadoras percibieron estos períodos de altas y bajas en la intensidad solar, y llegaron a relacionarlos directamente con la actividad vital de sus respectivas divinidades solares. Es así que el solsticio de invierno llegó a indicar que el dios del sol volvía a nacer luego de su debilitamiento durante los meses anteriores.
Ahora, enfoquemos un poco más cerca en el período de la historia que nos interesa. En el imperio romano del primer y segundo siglo, la celebración de turno era la Saturnalia, en honor al dios Saturno (algo lógico, ¿no?), relacionado con la agricultura, la riqueza, el renuevo y la liberación. Ahora, gracias al sistema politeísta de Roma, no era la única fiesta celebrada en este tiempo. A ella se añadió la celebración del nacimiento de Mitras, una divinidad Indo-Persa cuya adoración se había vuelto popular entre los soldados romanos, también asociado al sol. Y como si fuera poco, más tarde (274 d.C) el emperador Aureliano agregó otra fiesta más para el dios Sol (adivinaron, otro dios del sol más…), llamada Natalis Solis Invicti, el “Nacimiento del Sol Invencible”.
Bueno, aquí parte todo el asunto. Luego de que el cristianismo se vuelve la religión oficial del imperio (313 d.C, por obra del emperador Constantino), esta celebración del nacimiento de Cristo también llega a celebrarse oficialmente (336 d.C) recayendo en la misma fecha de estas fiestas anteriores, unos días después del solsticio. Se piensa que la fecha fue elegida intencionalmente (ya sea por la Iglesia en Roma o por el mismo Constantino), como una forma de debilitar las fiestas paganas establecidas y fortalecer el cristianismo.
Lo anterior tiene también su base en la fe de la Iglesia primitiva. La idea era manifestar el pensamiento de que, a diferencia de los dioses paganos, Jesús era el verdadero objeto de adoración, y que el sol era un reflejo de quien la Biblia identifica como el "Sol de Justicia" en Malaquías 4:2. De esa manera, la fe popular fue "redirigida" hacia el Dios verdadero utilizando el énfasis de las fiestas vigentes. Juan Crisóstomo, obispo de Constantinopla y uno de los llamados Padres de la Iglesia), escribe sobre esta conexión:
"Pero nuestro Señor, también, es nacido en el mes de Diciembre.... el octavo día antes de las calendas de Enero [cayendo en el 25 de Diciembre].... Pero ellos [los romanos] le llaman el 'Nacimiento del Invencible' ¿Quién es, en efecto, invencible como Nuestro Señor? O si dicen que es el nacimiento del Sol, Él es el Sol de Justicia" [1]
En fin, este es el punto que a muchas personas les parece nefasto, porque han llegado a la conclusión de que la Navidad no es otra cosa que es una fiesta originada en las celebraciones paganas de Saturno, Mitras o Sol, sólo que adornada con elementos cristianos (Nota: Curiosamente, no hay evidencias de que la celebración de Sol antecediera a la de Navidad, sino viceversa [2][3]). Siendo justos, debemos admitir que es una posibilidad que algunas de las tradiciones navideñas actuales sean variantes de costumbres de estas fiestas de solsticio, asimiladas por las generaciones posteriores a estos primeros cristianos. Es un tema que -pienso- debe evaluarse caso a caso. "Examinadlo todo, retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21).
Sin embargo, en cuanto a la fecha y al origen de la Navidad, si consideramos el énfasis de la Iglesia en que Cristo fuera el centro de las celebraciones de su tiempo, podemos concluir que el cambio realizado es netamente positivo. Se pasó de un día de festividad pagana a uno de reflexión y adoración al Dios verdadero. El interés cambió del pronto cambio de estación al misterio de la encarnación y la natividad. Jesús dejó atrás a Saturno, a Mitras y a Sol. Si lo ponemos en términos bíblicos, es una redención, un rescate de ese día de un uso vano a uno que le da gloria a Dios.
En el próximo post les compartiré otra perspectiva, la de la Iglesia primitiva, para ver que esta fecha del 25 de diciembre fue elegida por otras razones más allá de la simple conveniencia.
[1] Martindale, Cyril Charles. "Christmas". The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908.
[2] S.E. Hijmans, The Sun in the Art and Religions of Rome, p. 588
[3] Adrian Hastings, Alistair Mason, Hugh Pyper (editors), The Oxford Companion to Christian Thought (Oxford University Press 2000), p. 114
Temas relacionados / Fuentes utilizadas (todas obtenidas al día de publicación del post):
The Origin of Christmas in December - Enyclopedia Britannica
The Origin of American Christmas Myth and Customs - Ball State University. BK. Swartz Jr, versión archivada
Christmas - Wikipedia
Muy simpaticon, me gusta eso de las referencias con fuente mas allá de los típicos “fue por esto” sin fuente alguna.
ResponderBorrarEspero que trabajes el tema del “árbol” y los Adornos en algún minuto.
Creo que es relevante saber en qué es lo que ponemos nuestra fe y así poder conversar con otros sobre lo que hacemos y por lo hacemos. Tener respuestas satisfactorias tanto para creyentes como no creyentes.
Hoy en día mayoritariamente el sentido de la navidad (cristiana) se ha perdido, hoy las fiestas solo rememoran intentando aplacar el consumismo, la unidad familiar y nada más.