En el post anterior comenzamos esta breve serie con el objetivo de resumir el evento que llamamos "Reforma Protestante" a través de la vida de 5 de sus personajes principales. Como ya vimos, la situación espiritual de la Iglesia en el tiempo de los reformadores estaba muy lejos de ser buena, y por esta razón varios creyentes empezaron a reaccionar, expresando sus ideas para solucionar el problema. Dos de ellos fueron John Wycliffe y Jan Hus, quienes se consideran los precursores (es decir, quienes comenzaron a establecer las bases) de la Reforma. En este segundo y último post de la serie, conoceremos a otros tres de los personajes más influyentes de este movimiento: Martín Lutero (al centro en la foto), Ulrich Zwinglio (derecha) y Juan Calvino (izquierda).
Martin Lutero (1483–1546)
Martin Lutero fue un monje y teólogo alemán. Desde su juventud, él tuvo dificultades para sentirse en paz con Dios, y a pesar de consagrarse por entero a las disciplinas espirituales, ninguna de ellas parecía ayudarle mucho. Sin embargo, en la medida en que fue progresando en su carrera académica como teólogo (llego a ser un Doctor en esta área) su estudio de la Biblia y de los primeros cristianos lo llevó a una mejor comprensión de su situación. Lutero llegó a entender que la salvación es completamente un regalo de Dios a través de la fe en Jesús, lo que marcó su vida. Convencido de que la Iglesia Católica había perdido de vista estas (y otras) verdades importantes del Cristianismo, comenzó a predicarlas. Pero la verdadera confrontación llegó con el tema de las indulgencias.
No lo hice en el post pasado, pero les explico el concepto ahora: Las indulgencias (el mismo tema que había inquietado a Wycliffe y a Hus) eran básicamente certificados que liberaban a las personas de los castigos temporales por sus pecados. De acuerdo a la enseñanza católica, aquellas personas que no habían pecado tan gravemente como para ser enviadas al infierno, pero que tampoco tenían la santidad necesaria para llegar al cielo, luego de morir llegaban a un lugar llamado "Purgatorio", donde debían pagar por los pecados menores cometidos para poder ser así purificados y enviados al cielo. La compra de una indulgencia significaba que -por una módica suma de dinero- una persona podía pagar su perdón (e incluso el de sus familiares fallecidos) para ir directamente al cielo, sin importar su condición espiritual real.
Esto inquietó tanto a Lutero que él preparó una lista de 95 ideas o tesis denunciando esta práctica y la clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg el 31 de Octubre de 1517 como una invitación a debatir, según la costumbre de su tiempo. En ellas, destacó la importancia del arrepentimiento, la fe y las buenas obras, puso en duda el poder perdonador de las indulgencias y criticó a los líderes de la Iglesia por buscar la ganancia financiera en lugar del bienestar económico y espiritual de los creyentes, especialmente de los pobres.
Las 95 Tesis fueron traducidas al alemán (Lutero originalmente las escribió en latín) y se masificaron rápidamente a lo largo de Alemania, e incluso de Europa, gracias a la ayuda de un reciente invento de la época: la imprenta. Este desafío, junto a otros escritos revolucionarios de Lutero, molestaron al Papa de turno y así comenzó un nuevo conflicto de ideas. Lutero, al no querer arrepentirse de lo que estaba enseñando, fue expulsado de la Iglesia Católica y fue perseguido para ser castigado por rebelde, pero fue protegido por autoridades políticas.
Lutero también tiene gran importancia por traducir la Biblia al alemán, poniéndola así al alcance de las personas comunes.
Ulrich Zwinglio (1484–1531)
Ulrich (o también Ulrico, en su equivalente español) Zwinglio fue un teólogo y predicador suizo. A diferencia de Lutero, sus primeros años de formación pasaron fuera de la Iglesia, una etapa en que fue influenciado en mayor medida por el pensamiento y los valores de la época. Más tarde, sin embargo, llegó a cumplir un rol como sacerdote y predicador, siguió progresando en sus estudios teológicos y se involucró en temas políticos.
El salto de Zwinglio al papel de reformador ocurrió en un episodio llamado -curiosamente- el "Asunto de las Salchichas". Zwinglio había sido asignado como predicador en una de las principales iglesias de Zurich, y era tiempo de Cuaresma, es decir, preparación para Semana Santa. Este período era acompañado con ayuno en la tradición católica de la época. Sin embargo, durante una de las noches de Cuaresma, Zwinglio y otras personas rompieron conscientemente el ayuno comiendo salchichas, una acción que él posteriormente defendió predicando. Esto marcó los primeros roces entre la Iglesia Católica y el nuevo movimiento en Suiza.
A pesar de que su recorrido fue distinto al de Lutero, llegó a conclusiones muy similares (e igualmente polémicas) en su estudio de la Biblia. Algunas de sus ideas:
- Sostuvo que la Biblia era la máxima autoridad cristiana
- Predicó en contra de las indulgencias, del honor a los santos y del uso de estatuas e imágenes
- Hizo notar la corrupción moral de los monjes y líderes de la Iglesia
- Interpretó simbólicamente la Santa Cena, a diferencia de la interpretación literal católica, y de la interpretación intermedia de Lutero
- Estuvo en contra del celibato (soltería) de los sacerdotes
Zurich no sólo fue el lugar donde inició la obra reformadora de Zwinglio, sino también su principal centro de actividades. Esto produjo distintos cambios en la ciudad, que abarcaron desde la vida espiritual (por ejemplo, Zwinglio transformó la celebracion de la Misa por un servicio más centrado en la exposición de la Escritura) hasta la política exterior y la relación con otros estados suizos.
Juan Calvino (1509-1564)
Juan Calvino fue un pastor y teólogo francés que compartió -en cierta medida- la escena con Lutero y Zwinglio. Durante su juventud estudió disciplinas como latín, filosofía y leyes (en este último campo, llegó al grado de Doctor). En este momento de su vida, sintió que Dios le abrió el entendimiento para darse cuenta que la imagen del Cristianismo que había recibido de la Iglesia Católica no era correcta. Como consecuencia, Calvino dejó el Catolicismo y se unió al movimiento de Reforma. Mientras vivía en París, se inició una reacción violenta contra los protestantes que lo obligó a irse de Francia. Desde ahí se trasladó al país vecino de Suiza, el cual llegaría a convertirse en su base de actividades. Así como Zwinglio tuvo su "cuartel general" en la ciudad de Zurich, Calvino tuvo el suyo en Ginebra.
Calvino fue un escritor notable. Su principal obra es su libro titulado "Instituciones de la Religión Cristiana", el cual comenzó como un breve resumen de las enseñanzas cristianas básicas pero -gracias a que Calvino lo siguió editando y actualizando durante toda su vida- terminó siendo un manual de teología de 6 tomos que es reconocido hasta el día de hoy. Escribió comentarios para casi todos los libros de la Biblia, y varios estudios explorando otros temas de la fe. También fue un gran predicador: escribió y predicó más de 2000 sermones en Ginebra.
Calvino también:
- Impulsó la separación entre Iglesia y Estado (la Iglesia no tendría autoridad sobre los asuntos del gobierno, y viceversa)
- Trabajó detalladamente los conceptos de la soberanía de Dios, el pecado del hombre y la salvación por gracia, definiendo una forma de teología que recibió posteriormente el nombre de "Calvinismo" (algún día hablaremos de ella en más detalle)
- Estableció un sistema de organización dentro de la Iglesia (con distintos líderes encargados de las tareas de predicación, enseñanza, disciplina y servicio) que más tarde daría origen a la Iglesia Presbiteriana.
Con esta pincelada general, espero haber aportado un poco más a su conocimiento de este movimiento histórico y su importancia para nosotros como Iglesia hoy en día. Muchas de las diferencias actuales que los protestantes/evangélicos tenemos con la Iglesia Católica parten precisamente en esta época, en que los reformadores desearon que los cristianos volvieran a tomar en cuenta lo que la Biblia decía.
A nivel personal, y como lección de carácter, la Reforma también nos invita a tener humildad en nuestras creencias y convicciones, algo de lo que ya hemos hablado anteriormente. Muchas de las diferencias que se produjeron fueron consecuencia de no querer escuchar a quienes pensaban distinto, a pesar de que podían tener razón. Espero que como cristianos, nosotros sí podamos tener esa humildad de escuchar, examinar y evaluar justamente las ideas y creencias de las personas que nos rodean.
Lecturas Recomendadas
"Martin Luther" en Wikipedia y Theopedia
"Huldreich Zwingli" en Wikipedia y Theopedia
"John Calvin" en Wikipedia y Theopedia
Curso "Essentials of Church History", por Gordon Isaac
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