5 de abril de 2014

Conociendo al Jesús histórico - Parte 3: ¿La leyenda de Jesús?


(Este post es el tercero de la serie 'Conociendo al Jesús histórico'. Puedes encontrar la primera parte aquí, la segunda parte aquí y la cuarta parte aquí)

Durante esta serie, hemos estado considerando las objeciones que se presentan a la imagen de Jesús que muestra el Nuevo Testamento, como una persona histórica y como el Hijo de Dios. En el último post, estuvimos analizando la posición del “mito de Jesús”, que sugiere que Él no existió realmente, y que Su imagen tradicional en el cristianismo es el resultado de una copia de dioses o semidioses de otras culturas antiguas con características similares (fueron nacidos de una virgen, tenían discípulos, resucitaron, etc.).

Ahora bien, esta no es la posición mayoritaria. Existen otras teorías más conservadoras, que conceden la existencia de Jesús como una persona histórica, pero que sugieren que -por distintas razones- el texto del Nuevo Testamento no es un registro completamente confiable de Su vida. Desde este punto de vista, Jesús de Nazaret probablemente fue un gran maestro de moral, cuya vida fue "embellecida" con características grandiosas, de tal forma que llegó a ser el Hijo de Dios que vemos en el Nuevo Testamento. Cristo sería, en este caso, una figura legendaria.

Creo que podríamos clasificar las variantes de esta objeción en dos tipos (por lo menos), dependiendo de la forma en que estas características legendarias aparecieron: a) la idea de que los escritores del Nuevo Testamento se confundieron al describir la vida del Jesús histórico y engrandecieron Sus enseñanzas; y b) la idea de que los textos originales de los Evangelios sufrieron algún grado de corrupción o alteración que hizo nacer estas narraciones maravillosas. Por motivos de espacio (recuerden, esto no es un análisis profundo, sino una vista panorámica) sólo consideraremos aquí la primera variante, y trataremos la segunda en alguna otra ocasión.

Ok, veamos entonces qué podemos decir con respecto a la hipótesis del "Jesús legendario". A través de estos puntos, espero mostrarles la dificultad que implica aceptar sólo los pasajes que presentan la humanidad de Jesús sin considerar aquellos que muestran Su autoridad, y la buena posición en que estaban Sus discípulos para registrar Sus enseñanzas.


Falta de poder explicativo (toma tres)


De la misma forma que en las dos entradas anteriores de esta serie, este criterio es determinante cuando estamos evaluando explicaciones alternativas para el nacimiento del cristianismo. En el caso de la hipótesis legendaria, cuando realizamos el mismo análisis, algunas de las dificultades de la posición miticista desaparecen, pero otras se mantienen e incluso aparecen algunas nuevas. Por ejemplo, si en realidad Jesús nunca insinuó que era el Hijo de Dios, o si nunca hizo algún acto que pareciera milagroso, sus discípulos estarían muy confundidos (o sencillamente mintiendo) cuando escribieron los Evangelios; sin embargo, estaban dispuestos a poner su vida por su testimonio, como si estuvieran completamente seguros. Uno no se jugaría tanto por un par de recuerdos borrosos ¿no creen?

Nos podríamos hacer varias preguntas de este tipo. Si Jesús nunca declaró ser el Mesías divino ¿por qué fue perseguido por blasfemo por los fariseos, hasta ser entregado a la muerte? ¿Por qué habría de crucificarlo Pilato, quien no estaba interesado en asuntos religiosos, a menos de Él fuera un líder problemático para el Imperio (como lo sería un supuesto Rey de los judíos)? ¿Por qué un conocedor de la ley y de los profetas como Pablo vería en un pobre maestro ambulante al Cristo anunciado en el Antiguo Testamento? ¿Cómo es que los discípulos, confundidos y escribiendo cada uno en distintos momentos y lugares, fueron capaces de registrar sus perspectivas con la unidad temática que poseen los Evangelios?

Nuevamente, el Jesús del cristianismo se ve mejor que la hipótesis alternativa.


Debe tomarse en cuenta el trasfondo


A pesar de ser un ambiente hostil para la predicación del Evangelio, el contexto judío en que los primeros discípulos vivieron en el primer siglo también tuvo puntos favorables. Entre ellos, hay dos que tienen importancia frente a la objeción que estamos considerando: a) la transmisión de conocimiento por vía oral de la cultura judía y b) su cuidado de las tradiciones sagradas.

En primer lugar, debemos recordar que en la antigüedad la lectura y la escritura no eran habilidades ampliamente accesibles como en el día de hoy. Podríamos decir lo mismo de la generación de textos escritos: cada copia se realizaba a mano, requiriendo una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Por estas y otras razones, la comunicación oral fue esencial en la historia del pueblo de Israel desde sus comienzos, y especialmente en períodos críticos como el cautiverio en Babilonia, donde era esencial mantener su identidad nacional. Es natural, por lo tanto, que una cultura de estas características pusiera énfasis en el uso de la memoria y el lenguaje para mantener las tradiciones y el conocimiento entre sus generaciones, y como consecuencia de ello, desarrollara sistemas para potenciar estos medios. Por esto, Jesús y Sus discípulos tuvieron un trasfondo de siglos de cultura oral, el cual fue favorable para transmitir de manera fiel su enseñanza.

Ahora, sumémosle a esto el hecho de que el pueblo judío cargaba un mensaje trascendente para la humanidad, como lo era la Palabra de Dios, hablada a través de Moisés y los profetas. Los judíos fueron, por esta razón, extremadamente celosos -casi al punto de la obsesión- al preservar su tradición sagrada, de manera que los discípulos de los maestros religiosos (como los apóstoles) eran plenamente conscientes del alto valor de la información que estaban recibiendo, y sabían que la atención y la memorización eran importantes para continuar comunicándola. Debido a su contexto cultural, tenemos motivos para pensar que es poco probable que los discípulos hayan confundido u olvidado el mensaje de su Maestro.


El factor de la memoria dramática


Otro argumento en contra de la idea de que los discípulos confundieron los dichos y hechos de Jesús al escribir los Evangelios es el factor de su memoria, que se vio reforzada por varias razones. Una de ellas es la presencia de recuerdos de tipo "flash" (ing. "Flashbulb Memories"). Esta es una clase de recuerdos asociados a eventos sorpresivos, dramáticos o altamente impresionantes, que son fijados en la memoria de una persona con mayor fuerza que un recuerdo corriente. Si bien es cierto, un recuerdo de este tipo no siempre es rico en detalles, ni es recuperado con un 100% de precisión, varios estudios indican que un recuerdo flash tiende a ser más claro y perdurable que un recuerdo corriente [1][2][3][4][5].

Partiendo por el valor emocional que tuvo para los discípulos el ser sacados de un contexto inculto y ser considerados dignos de convertirse en discípulos de un maestro religioso, y pasando por las enseñanzas revolucionarias de Jesús, episodios como la limpieza del templo y sus enfrentamientos con los fariseos, cada una de estas vivencias tuvo el potencial de quedar grabado con gran claridad en la mente de ellos. La calidad de los recuerdos de los discípulos sobre sus aventuras junto a Jesús hace difícil la existencia de confusiones en su testimonio como lo postula esta hipótesis (¡y todo esto, sin considerar los milagros!).


El efecto de la repetición


Sumado a los dos puntos anteriores, el aprendizaje repetitivo es otro factor importante en la conservación de la enseñanza de Jesús. No sólo las características únicas de Sus palabras, sino su recuerdo constante, permitieron a los discípulos fijarlas en sus mentes.

No debemos olvidar que los discípulos permanecieron junto a Jesús, escuchándolo predicar a las multitudes y recibiendo directamente Su enseñanza cada día, durante un período de alrededor de tres años. Eso es lo que yo llamaría "entrenamiento intensivo". Si pensamos en la cantidad de tiempo que nos requiere aprender los versos de una canción que nos guste, podemos darnos una idea de la cantidad de información que una persona puede retener al exponerse a ella diariamente por años.

Más aun, los discípulos no sólo oyeron, sino que tuvieron que recordar constantemente lo que habían recibido. Por lo menos en dos ocasiones (Lucas 9:1-6 y 10:1-12), Jesús comisionó a Sus discípulos para que ellos mismos fueran y predicaran Su mensaje en otros lugares. Esta misma práctica probablemente ayudó a establecer de manera más firme en sus memorias lo que habían oído de su Maestro.


Al considerar estas razones en conjunto, no sólo podemos ver que la explicación legendaria deja vacíos históricos, sino que también enfrenta varias dificultades. Lo que sabemos de los primeros discípulos indica que ellos experimentaron condiciones que les fueron favorables para preservar fielmente el mensaje de Jesús en sus memorias. Por esa razón, pudieron registrarlo de una manera consistente al momento en que los Evangelios fueron escritos.




Referencias

[1] Robert McIver, Memory, Jesus, and the Synoptic Gospels, pp 160-161

[2] Roger Brown; James Kulik, "Flashbulb memories". Cognition (1977)

[3] Patrick Davidson; Shaun Cook; Elizabeth Glisky, "Flashbulb memories for September 11th can be preserved in older adults". Aging, Neuropsychology, and Cognition (2006)

[4] Nurhan Er. "A new flashbulb memory model applied to the Marmara earthquake". Applied Cognitive Psychology (2003)

[5] Patrick Davidson; Elizabeth Glisky. "Is flashbulb memory a special instance of source memory? Evidence from older adults". Memory (2002)


Lecturas Recomendadas

Question: Were Eyewitnesses Alive for Matthew, Mark, Luke, and John to Consult? - Greg Monette

How Ancient Eyewitness Testimony Became the New Testament Gospel Record - Jim Wallace

How Important Was Memorization in Ancient Palestine? - Bill Pratt 

Did Jesus Expect His Teachings to be Memorized? - Bill Pratt 




¡Comparte este post o suscríbete al blog!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario