29 de enero de 2015

En Palabras Simples - Gnóstico


Al igual que canon, gnóstico (o Gnosticismo) también son conceptos que aparecen al estudiar la historia del Cristianismo, y que no siempre nos damos el tiempo de investigar. Estas palabras tienen su origen en el término griego gnosis, que quiere decir "conocimiento". Brevemente, el Gnosticismo es un sistema de pensamiento religioso que se hizo conocido en la época de la Iglesia primitiva, y cuyo centro, más que la fe o las buenas obras, es este conocimiento especial llamado gnosis. Sin embargo, es difícil captar esta idea sin algo de contexto, así que revisemos más de cerca el origen del Gnosticismo y sus creencias.

Origen


No se sabe con exactitud cuándo, dónde o cómo se originó el movimiento de los gnósticos, pero al parecer, sus primeros rastros aparecerían antes del año 100 a.C. Este sistema de creencias también es misterioso en sus comienzos porque parece tener una combinación de ideas adquiridas en diferentes lugares, incluyendo conceptos del pensamiento babilónico, persa, egipcio, griego y judío. Una de sus características distintivas es que no es una enseñanza bien definida, en el sentido de que cada gnóstico creyera lo mismo; más bien, el Gnosticismo tiene creencias centrales que fueron variando y refinándose hasta llegar a tomar distintas formas.

A pesar de sus inicios misteriosos, el movimiento de los gnósticos ganó fuerza y se hizo conocido al mismo tiempo que la Iglesia cristiana comenzaba a expandirse a comienzos del segundo siglo (año 100 d.C. en adelante). Podríamos decir que el Gnosticismo se benefició del impacto que estaba teniendo el Evangelio en el mundo, pues se instaló en los mismos lugares como "otra forma" de entender la fe cristiana, y de esa manera fue ganando creyentes.


Dios


Para el Gnosticismo, Dios es el ser perfecto, y más puro que existe. Es completamente trascendente e inalcanzable, infinito y más allá de la comprensión (hasta aquí, características muy parecidas a las que nos describe la Biblia). Según esta creencia, de Dios se originan también un conjunto de seres espirituales llamados Eones (del griego aion, "era", "edad" o también "eternidad"), que son considerados los intermediarios entre Dios y el mundo material. Dios y los Eones forman el mundo espiritual invisible que se conoce como la Plenitud (un equivalente del Cielo cristiano, en cierto sentido).

Creación


Desde el punto de vista gnóstico, Dios no es el creador de nuestro mundo. Para ellos, el hecho de que este mundo material sea limitado, imperfecto y lleno de sufrimiento es incompatible con un Dios espiritual, infinito y perfecto. Dios no puede tener ningún contacto con nuestra realidad; es demasiado puro y luminoso para eso.

Según esta creencia, el "puntapié inicial" que terminó en la creación de este mundo corrupto lo tuvo uno de los Eones, quien a través de un error (o pecado) habría dado origen a un ser llamado Demiurgo (del griego demiourgos, "artesano"). Este personaje, siendo ignorante de Dios, habría sido movido por su vanidad a crear nuestro universo, utilizando sus conocimientos imperfectos y recursos limitados. El resultado: dolor, miseria y ceguera intelectual y espiritual. Por lo tanto, desde el punto de vista gnóstico, la Creación y la Caída de nuestro mundo son un único evento.

Sin embargo, cuando el Demiurgo creó al hombre, accidentalmente agregó algunas "gotas" de la misma esencia de Dios provenientes de la Plenitud. De esta manera, el ser humano llegó a tener un espíritu, algo bueno y luminoso, dentro de su cuerpo material de pecado. Este componente espiritual es llamado usualmente la chispa divina.


Salvación


De acuerdo al Gnosticismo, la salvación del hombre consiste en que su chispa divina escape de este mundo corrupto y vuelva a la Plenitud, a encontrarse con Dios. Eventualmente, cuando una persona muere, su chispa divina queda libre, pero el Demiurgo se opone a que ella vuelva y la mantiene atrapada en el universo material.

Aquí es (¡por fin!) donde aparece el concepto de gnosis. Gnosis es un tipo de conocimiento que no puede ser obtenido por medio del estudio o de la observación, sino que es una sabiduría mística y sobrenatural obtenida por revelación. Es este conocimiento especial el que le da el poder a las personas para "despertar" y liberarse de la esclavitud de este mundo malvado. Los espíritus de quienes posean un suficiente nivel de gnosis lograrán volver a Dios al momento de terminar su existencia física.


Jesús


El Jesús gnóstico es interpretado usualmente como uno de los Eones, enviado por Dios desde la Plenitud, para hacer volver a Él las chispas divinas que están atrapadas en los cuerpos de las personas. Para llevar a cabo esta misión, Jesús comparte el conocimiento gnosis con aquellos de Sus discípulos que están "listos" para ser iluminados y liberados.

Relación con el Cristianismo


Como ya se habrán dado cuenta, a pesar de que el Gnosticismo se ve a sí mismo como una forma válida de entender la fe cristiana, las diferencias entre ambas creencias son bastante grandes. Estos son algunos de los puntos de conflicto:

  • Para los gnósticos, Jehová (el Dios que registra el Antiguo Testamento) no es otro que el malvado Demiurgo: creador del universo material, se considera a sí mismo divino, tiene aprecio por el castigo, la ira y la venganza, etc. Por otro lado, el Dios revelado en el Nuevo Testamento por Jesús sería el Dios trascendente y verdadero. En contraste con estas ideas, los cristianos creemos que el Dios del Antiguo y Nuevo Testamento es uno y el mismo, es perfecto y nunca cambia.

  • Desde el punto de vista gnóstico, toda la creación es mala y corrupta. Por el contrario, los cristianos creemos que Dios creó todo perfecto, incluyendo lo material, pero que la creación cayó en corrupción debido al pecado del ser humano. Sin embargo, creemos también que ella será restaurada completamente, y disfrutaremos de cielos nuevos, una tierra nueva, y un nuevo cuerpo glorioso al resucitar.

  • El Jesús gnóstico, siendo un enviado del Dios verdadero e inmaterial, no podía tener relación con un cuerpo humano, malvado y lleno de pecado. Por esto, Jesús en realidad es un espíritu que sólo "parecía" ser humano. Parece que el apóstol Juan está consciente de esta corriente de pensamiento, pues en su Evangelio y sus cartas destaca una y otra vez el hecho de que Jesús "vino en la carne" (es decir, que Él verdaderamente se hizo humano).

  • A diferencia del concepto gnóstico de salvación (la cual ocurre al recibir gnosis en una revelación mística), los cristianos creemos que la salvación se alcanza únicamente mediante la fe en el sacrificio de Jesús en la cruz; no está restringida a las personas que pueden acceder a un conocimiento secreto, sino a todos los que quieran aceptar la oferta de perdón de Dios.



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