Hoy tomaremos un break de nuestra serie "Así Nos Llegó el Nuevo Testamento", que -por cierto- espero que no se les esté haciendo demasiado larga. Si es así, descuiden: ya falta poco para concluir este tema y pasar al siguiente que estoy preparando.
Les dejo entonces con los pensamientos para esta ocasión ¡Que sean de inspiración para ustedes!
"¿De qué tienes miedo? ¿Qué te está impidiendo compartir el Evangelio con las personas en tu vida, incluso con los extraños que conoces cada día? Puede ser que simplemente (al igual que yo) muchas veces tú estés más preocupado de tu propia comodidad que de la causa de Cristo" -- Jim Warner Wallace, detective y apologista, en su post "Ten Reasons We Fail to Share Our Faith"
"Cualquier cristiano que haya buscado compartir el Evangelio o explicar a personas que no creen sus razones para creer se ha encontrará, casi con seguridad, con preguntas como respuesta a su intento. ¿Por qué crees eso? ¿De verdad eso tiene sentido? ¿Realmente crees que Jesús resucitó? ¿Cómo sabes que Dios existe? ¿Qué hay de la gente que nunca ha escuchado de Jesús? ¿Por qué un Dios bueno permite sufrimientos tan terribles? Tan pronto como comenzamos a responder estas y una montaña de otras preguntas, estamos involucrándonos en la tarea de la apologética, ya sea que reconozcamos la palabra o no. La buena apologética es un recurso para pueblo de Dios cuando éste se involucra en conversaciones reales sobre la vida real" -- Paul Coulter, apologista, en su post "7 Reasons Why Apologetics Might Be Good"
"Para que la Iglesia pueda ministrar a una comunidad crecientemente secular, los líderes deben ser capaces de entregar una defensa para su fe como la que Pedro menciona (1 Pedro 3:14-16). Atrás quedaron los días en que uno simplemente podía decir, 'Necesitas estar en la iglesia' o 'Sabes que necesitas venir a Dios'. Puede existir un deseo de conocer a Dios dentro de la persona, pero ¿qué Dios están buscando? ¿Por qué deberían estar en la iglesia? ¿Por qué deberían creer en la Biblia? Estos son asuntos que pastores, líderes de jóvenes y el resto del liderazgo debería tratar" - Brian Chilton, pastor, en su post "Ten Great Challenges Facing the Church in 2014"
"Existen aquellos que cuestionan enteramente la empresa de la apologética cristiana. Ellos afirman que Dios llamará a aquellos que Él elija, y que la apologética es sólo una distracción para la obra del Espíritu Santo y la revelación de Dios [...] Esta idea es una tontería 'prima facie'. Cuando un misionero viaja a otro país para proclamar el Evangelio, él aprende el idioma de las personas para poder comunicar en términos que ellos comprendan. La apologética es simplemente el idioma que el mundo secular utiliza para hablar de Dios. Decir que no debemos practicar una defensa racional de la fe cristiana es como decir que el misionero no necesita estudiar idiomas, porque el Espíritu Santo puede hacer lo que Él quiera" -- James Miller, pastor, en su post "Why Bother Defending an Omnipotent Being?"
"Fui fuertemente impactado al saber que algunas de las mejores mentes filosóficas de hoy en día han luchado con varios desafíos en la fe y han permanecido convencidos de la veracidad del Cristianismo histórico. Estas experiencias me ayudaron a crecer en mi comprensión de que, como creyente en Cristo, pertenezco a una comunidad intelectual - y esta impresionante comunidad de santos incluye a algunas de las más grandes mentes del pasado y del presente" -- Kenneth Samples, filósofo y teólogo, en su post "The Impact of Public Christian Thinkers"
"Un argumento en apologética, cuando efectivamente es utilizado en un diálogo, es una extensión de quien lo utiliza. El tono del apologista, su sinceridad, cuidado, preocupación, capacidad de escuchar y respeto importan tanto como su lógica - o probablemente más. El mundo ha sido ganado para Cristo no por argumentos, sino por santidad: 'Quién eres habla tan fuerte, que difícilmente puedo escuchar lo que dices'" -- Peter Kreeft, filósofo y apologista, en su libro Pocket Handbook of Apologetics
"Esta es la razón por la que estudiar el discurso de Pablo en Atenas [Hechos 17] sirve como un modelo para los cristianos: debemos estar conscientes de las ideas más importantes e influyentes que le dan forma a [nuestra] cultura, para que podamos enfrentarlas astutamente y con gracia al poder, a la belleza y la verdad del Evangelio" -- Paul Copan, filósofo y apologista, en su libro The Gospel in the Marketplace of Ideas
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